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Driblando
Arriba de la botella, ando en mera
ONDA Y CHIDO RITMO
POPPin’ y ROKIANDO—
¿Y tú por qué andas EMPUJANDO?
¿Y por qué LOCKIANDO?
Mano, aquí te voy PEGANDO.
Pero, ten cuidado,
porque ahorita voy loco CRUNKiando
ContraCRUZANDO
FLOSSIANDO
volteando
y mi rebote te dejará
R
E
S
B
A
L
A
N
D
O en la pista, mientras yo
CAIGO en ella
hasta el punto final con mi bravo dedo tirando...
Derechito en la canasta:
Swoooooooooooosh.
Josh Bell
es mi nombre
Pero Filthy McNasty es mi placa de fama.
La Plebe así me llaman
porque mi juego es la alarma,
tanto sucio pleito, te avergonzará.
Mi pelo es largo, mi altura enorme.
Mira, soy el nuevo Kevin Durant,
LeBron y Chris Paul.
No se te olviden los grandes,
a mi padre le gusta relamerse:
Yo jugué con el Mago y el Chivo.
Pero los trucos son para los chavos, le digo.
No necesito tus gatos
mi juego es la mera
onda.
Mamá dice,
Tu papá es de otra época
como un antiguo Chevette
Tú eres fresco y nuevo,
como un rojo Corvette
Tu juego es tan dulce, es una crêpe Suzette.
Cada vez que juegas
esTOOOOOOOOOOOOOODAla red.
Y si otra persona me llamara
fresco y dulce,
me quemaría loco como una flama.
Pero yo sé que solo habla de mi juego.
Pero trucha, cuando tiro básquet,
soy puro fuego.
Cuando la lanzo,
yo inspiro.
El aro está a la venta,
y yo soy el que lo compra.
De donde viene mi apodo
A mí no me cae tanto la música jazz, pero a papá sí.
Un día estábamos escuchando un CD
de un tal músico Horace Silver, y papá dice:
Josh, este carnal es la mera leche.
Escucha ese piano, rápido y libre,
Así como tú y JB en la cancha.
’Sta okey, más o menos, papá.
¿Okey? ¿ME DIJISTE OKEY?
Muchacho, es mejor que reconozcas
una maravilla cuando la oyes.
Horace Silver es uno de los más jip.
Si tú tiraras la mitad de bien que él toca—
Papá, ya no se usa “jip”; nadie lo dice.
Pues, deberían, porque este carnal
es tan jip, que cuando se sienta, todavía está parado, dice.
Muy chistoso, papá.
¿Sabes qué, Josh?
¿Qué, papá?
Voy a dedicarte esta próxima canción.
¿Qué canción es esa?
La mejor,
la más funky
en el álbum de Silver, Paris Blues:
“FILTHY
McNASTY”.
Al principio
No me gustaba
el nombre
porque tantos chicos
se burlaban de mí
en el camión de la escuela,
a hora de comer, en el baño.
Hasta mamá bromeaba.
Te queda perfectamente, Josh, dijo:
Nunca limpias tu armario, y
esa cama tuya siempre está regada
con migajas de galletas y papelitos de dulces.
Es simplemente asqueroso, hijo.
Pero, al crecer,
y al empezar la onda del juego,
el nombre tomó otro significado.
Y aunque no estaba en
todo ese jazz-jazz,
cada vez que ganaba puntos,
rebotaba
o robaba la bola,
papá brincaba,
sonriendo y gritando,
Ese es mi chico, ahí va.
¡Dale gas, Filthy!
Y eso me hacía sentir
muy orgulloso
de mi apodo.