La autora vive totalmente alejada de su única nieta, lo cual le impide crear con ella esas valiosísimas memorias de abrazos apretados y besos inagotables que se guardan en la mente y en el corazón. Tampoco tiene mucha experiencia en la cocina, por lo que no puede heredarle las recetas de la abuela que permitirían a su nieta recordarla cada que las cocinara o las horneara.
¿Qué recuerdos iba a dejarle entonces? Decidido: la autora ha vivido una vida muy difícil, al igual que muchas de nosotras, y resolvió escribir un recuento aunque no exhaustivo de lo que idealmente se debe fomentar para intentar evitar los problemas básicos que tanto pueden complicar la vida. No es la historia de su vida ni de sus tropiezos, sino de las lecciones aprendidas expresadas en forma de consejos para salir adelante sin miedos ni limitaciones. Nadie es ni será perfecto, y considera que estas sugerencias para perseguir la integridad moral pueden ayudarle a sacar provecho de sus fortalezas y a contrarrestar sus debilidades.