Un paso a la izquierda
El tema de la desmovilización pareciera ser el último y menos analizado cuando de hablar de paz se trata. En las calles, oficinas, reuniones sociales y casas de familia se habla de las crueldades del conflicto, de lo importante que sería la paz para el país, de los avances en materia de acercamientos y negociaciones, de lo que piden unos, de lo que exigen otros, del secuestro, de la bomba, del ataque. Pero poco más o menos –por no decir nunca– se habla sobre la desmovilización y lo que esta conlleva.
Quizá –y es lógico– pesa más la búsqueda de los diálogos y lo que de ellos se desprenda, con las obvias posiciones encontradas que siempre se hacen evidentes en un tema como este que, de una u otra manera, nos compete a todos.
El cese del fuego, el desarme, la desmovilización y la reincorporación son la consecuencia de un proceso de negociación y de estos aspectos –dirían algunos– se hablará en su momento.
Para información de quienes piensan así, en muchos países donde los acuerdos han terminado con el conflicto, el posterior proceso de desarme, desmovilización y reincorporación ha tenido fallas importantes, relacionadas con la falta de recursos y de organización logística, pero también con la ausencia de un diálogo profundo y un conocimiento más estructurado de la importancia que la desmovilización, como fase final operativa de un proceso de paz, realmente merece.
Es, en efecto, una fase final operativa, porque es la que cierra el círculo y permite que las fuerzas en contienda se replieguen, se desarmen, se reorganicen o se disuelvan. Evidentemente no es el final de un proceso de paz, cuyo cierre está directamente relacionado con la aplicación cabal y permanente de los acuerdos alcanzados.
Algunos analistas, incluso, aseguran que lo primero que debería hacerse es debatir entre las partes lo que cada una de ellas entiende por desmovilización, tanto desde la perspectiva conceptual como logística, para posteriormente llegar a un acuerdo y emprender tareas en este sentido, que
dejen satisfechos a unos y otros.
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Un paso a la izquierda
El tema de la desmovilización pareciera ser el último y menos analizado cuando de hablar de paz se trata. En las calles, oficinas, reuniones sociales y casas de familia se habla de las crueldades del conflicto, de lo importante que sería la paz para el país, de los avances en materia de acercamientos y negociaciones, de lo que piden unos, de lo que exigen otros, del secuestro, de la bomba, del ataque. Pero poco más o menos –por no decir nunca– se habla sobre la desmovilización y lo que esta conlleva.
Quizá –y es lógico– pesa más la búsqueda de los diálogos y lo que de ellos se desprenda, con las obvias posiciones encontradas que siempre se hacen evidentes en un tema como este que, de una u otra manera, nos compete a todos.
El cese del fuego, el desarme, la desmovilización y la reincorporación son la consecuencia de un proceso de negociación y de estos aspectos –dirían algunos– se hablará en su momento.
Para información de quienes piensan así, en muchos países donde los acuerdos han terminado con el conflicto, el posterior proceso de desarme, desmovilización y reincorporación ha tenido fallas importantes, relacionadas con la falta de recursos y de organización logística, pero también con la ausencia de un diálogo profundo y un conocimiento más estructurado de la importancia que la desmovilización, como fase final operativa de un proceso de paz, realmente merece.
Es, en efecto, una fase final operativa, porque es la que cierra el círculo y permite que las fuerzas en contienda se replieguen, se desarmen, se reorganicen o se disuelvan. Evidentemente no es el final de un proceso de paz, cuyo cierre está directamente relacionado con la aplicación cabal y permanente de los acuerdos alcanzados.
Algunos analistas, incluso, aseguran que lo primero que debería hacerse es debatir entre las partes lo que cada una de ellas entiende por desmovilización, tanto desde la perspectiva conceptual como logística, para posteriormente llegar a un acuerdo y emprender tareas en este sentido, que
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El tema de la desmovilización pareciera ser el último y menos analizado cuando de hablar de paz se trata. En las calles, oficinas, reuniones sociales y casas de familia se habla de las crueldades del conflicto, de lo importante que sería la paz para el país, de los avances en materia de acercamientos y negociaciones, de lo que piden unos, de lo que exigen otros, del secuestro, de la bomba, del ataque. Pero poco más o menos –por no decir nunca– se habla sobre la desmovilización y lo que esta conlleva.
Quizá –y es lógico– pesa más la búsqueda de los diálogos y lo que de ellos se desprenda, con las obvias posiciones encontradas que siempre se hacen evidentes en un tema como este que, de una u otra manera, nos compete a todos.
El cese del fuego, el desarme, la desmovilización y la reincorporación son la consecuencia de un proceso de negociación y de estos aspectos –dirían algunos– se hablará en su momento.
Para información de quienes piensan así, en muchos países donde los acuerdos han terminado con el conflicto, el posterior proceso de desarme, desmovilización y reincorporación ha tenido fallas importantes, relacionadas con la falta de recursos y de organización logística, pero también con la ausencia de un diálogo profundo y un conocimiento más estructurado de la importancia que la desmovilización, como fase final operativa de un proceso de paz, realmente merece.
Es, en efecto, una fase final operativa, porque es la que cierra el círculo y permite que las fuerzas en contienda se replieguen, se desarmen, se reorganicen o se disuelvan. Evidentemente no es el final de un proceso de paz, cuyo cierre está directamente relacionado con la aplicación cabal y permanente de los acuerdos alcanzados.
Algunos analistas, incluso, aseguran que lo primero que debería hacerse es debatir entre las partes lo que cada una de ellas entiende por desmovilización, tanto desde la perspectiva conceptual como logística, para posteriormente llegar a un acuerdo y emprender tareas en este sentido, que
dejen satisfechos a unos y otros.

Product Details

BN ID: 2940162823179
Publisher: Ediciones LAVP
Publication date: 12/03/2020
Series: Actores de la violencia en Colombia , #20
Sold by: Barnes & Noble
Format: eBook
File size: 1 MB
Language: Spanish

About the Author

Editorial colombiana especializada en libros de geopolítica, estrategia, historia militar, defensa nacional y análisis político internacional
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