Alenar: 365 invitaciones a la meditacion

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Overview

Alenar es una palabra en lengua catalana, idioma del Noreste de Espana, cuyo significado real va mas alla de la etimologia y de los diccionarios. Su traduccion literal al castellano seria exhalar, en relacion a la funcion biologica de la respiracion. No obstante, alenar encierra, ademas, una intencion espiritual calida y sensible, reconocida por los poetas desde antiguo, y que se identifica con el halito existencial: alenar es derramar el alma.
Este es, precisamente, el contenido y objetivo del presente libro. Un conjunto de meditaciones breves que pertenecen al halito existencial, exhalados directamente al alma del lector. Sentencias, definiciones, proverbios, sesudas reflexiones y sabias respuestas a las cuestiones mas profundas del quehacer diario. Pensamientos que animan a detenerse por unos instantes del frenesi de la vida y derramar el alma.

Product Details

ISBN-13: 9788492726035
Publisher: Ediciones Noufront
Publication date: 08/10/2010
Edition description: Second edition
Pages: 120
Product dimensions: 5.40(w) x 8.20(h) x 0.40(d)
Language: Spanish

About the Author

Emmanuel Buch is an evangelical pastor who teaches Christian ethics at the Spanish Baptist Theological Seminary. In addition to various collaborative works, he has written biographies of Martin Luther King and Dietrich Bonhoeffer. Samuel Escobar is a leading Latin American theologian who teaches missiology at the Palmer Theological Seminary and the author of The New Global Mission. He lives in Wynnewood, Pennsylvania.

Read an Excerpt

Alenar

365 invitaciones a la maditación
By Emmanuel Buch

Thomas Nelson

Copyright © 2011 Emmanuel Buch
All right reserved.

ISBN: 978-84-92726-90-5


Chapter One

Persona

* El aprecio de una vida con propósito exige que te definas radicalmente en todos los sentidos. Y que seas consecuente. A todos los efectos. Siempre.

Que lo importante sean las convicciones y no Convenciones ni convenciones/nalismos.

Convicciones firmes: tu vida será más poderosa y también tu testimonio.

* Si perezco, que perezca. Sé radical -que no por fuerza escandaloso. Di adiós uno y otro día a todos los espejismos de la vida. Y paga el precio.

Sin épicas.

* Acostumbrarte a todo; ... y morir.

Hay causas por las que podemos morir, pero por las que resulta insoportablemente aburrido vivir.

No hay existencia propiamente humana ni desarrollo sin crisis y cambio. Acobardarte ante lo nuevo desconocido, aferrarte a lo que es -simplemente porque es- limita y empobrece tu vida. Sacúdete el espíritu de cobardía. El cambio es bueno porque libera la vida del sopor y la pone ante más vida.

* Eres responsable de lo que haces y de lo que consientes.

* Nadie te robe la inocencia ni la generosidad.

* Existe cierto anhelo perverso por lo excelente. Un anhelo imposible de satisfacer y que, sin embargo, te priva de hacer y disfrutar haciendo lo bueno. No puedes crear con perfección, pero puedes emprender su gestación de manera digna. Aunque sea provisional, manifiestamente mejorable.

* La salud mental y el aprendizaje vital exigen desdramatizar los errores y temer menos el cálculo fallido. Para superar la eterna parálisis perfeccionista.

* Los cobardes aceptan como excentricidad lo que rechazan como carácter.

* No pidas perdón por el ejercicio fecundo y honesto de tus dones. Recíbelos por gracia; ejércelos con satisfacción.

Mala es la vanidad pero no mejor resulta el lamento eterno y falsamente humilde del apocado.

Contra la falsa apología odiosamente dulce, melancólica y autocomplaciente de la mediocridad vital.

* El héroe nunca lo es ante sus propios ojos o su conciencia privada, si no ante los demás. Ellos otorgan esa condición.

Nada tan heroico como la honestidad con uno mismo y a toda costa. Aún a costa de sí.

* Señor, solos Tú y yo. En pie.

* Cada día, transgredir al menos una norma artificial. Por razones de higiene espiritual.

No reconozcas autoridad al tribunal de la estupidez.

Aunque sea una estupidez generalizada, masiva y vitoreada popularmente.

* Es importante educar a los hijos en la defensa y el cuidado de la vida, de su propia vida. Pero es mucho más importante enseñarles a ocupar en plenitud la vida, su propia vida. Deben saber, ver y reconocer que el máximo valor no es sobrevivir más tiempo sino consumir la vida en una combustión heroica por útil. Para otros.

* Nada más dañino que la debilidad de carácter. Te hace esclavo de tu admirador. Le debes su reconocimiento y el aplauso te acabará esclavizando a él.

* Nada necesitan más tus enemigos que tu independencia de criterio. Negarte a sus presiones es el modo más eficaz de amarles.

* Nunca participes en una iniciativa que no puedas comenzar en oración.

* La cobardía lleva en sí misma castigo; pero la valentía en Dios se fortalece en poder, amor y dominio propio. (2a Tim.1,7)

* Serte fiel a ti mismo; no traicionarte jamás. Exigirte lo que es digno de ti. No conformarte nunca con menos. Un hombre nada es sino se es fiel a sí mismo y a sus convicciones. Desde luego, también cuando truena y graniza sobre su cabeza.

* Puede que algunos sean responsables de tus problemas pero sólo tú serás culpable de la falta de soluciones.

* Si vivimos a pecho descubierto y pretendemos además hacer oídos sordos a las maquinaciones enemigas, la sentencia fatal es sólo cuestión de tiempo. Seamos, pese a todo, suicidas. Suicidas de corazón limpio en toda buena conciencia. Seamos libres.

* Decididamente no seamos diplomáticos. Nada complacientes, nada especuladores, nunca instrumentalizados por nadie. Con un sólo corazón, un sólo rostro, una sola palabra.

* Aún trabajando con tu mejor voluntad, hallarás resistencia y oposición, rebeldía y protesta. Inevitable. No les convencerás; no te rindas, tampoco. Sigue adelante. Cumple tu visión. Vive cada día dejando allá abajo el rumor de las críticas y el descrédito; vive el milagro de la simpatía por los enemigos. Y en medio de todo, mira más allá, más arriba; no desciendas nunca a la miseria.

* Sé amigo de todos. Pero niégate al servilismo. Aún al de los aplausos.

* Paga el precio, a menudo excesivo, de tu independencia. Modesta, nada estridente ni agresiva, pero decidida y lúcida. Ofenderá a muchos tu independencia que confundirán con enemistad, sólo porque no te inclinas a sus pies.

El precio de la independencia: el ostracismo. ¿Disfrutaste tu independencia como ambrosía? Asume con dignidad ahora el aislamiento.

* Independencia. Gózala. Paga también el precio sin protestar.

* Que nadie te ate: ni con sus aplausos, ni para evitar sus críticas.

* Aspira a lo irrepetible. Niégate a convertir el instante fecundo en costumbre átona.

* No respondas a la vileza con armas iguales; que nadie te prive de tu propio caminar hacia la madurez.

* Acepta que tus criterios puedan resultar desconcertantes a los otros, pero no te permitas jamás que lleguen a ser claudicantes ni entreguistas.

* La libertad personal tiene un alto precio, pero la servidumbre también y ésta, además, apesta.

* Coraje para re-comenzar. Comenzar de nuevo una y otra vez, pero cada día con mayor precisión. Como quien enhebra una aguja y repite el mismo gesto tantas veces como sean necesarias hasta hacerlo bien.

* Unamuno clama ante tus ojos, te apela al otro lado de la mesa desde las páginas de su libro; pero un niño (Esteban)te reclama con su llanto. Vita est.

* Doctor en obviedades.

* Por cierto te examinarán siempre. Tan cierto como que, hagas lo que hagas, algunos jamás te aprobarán. Busca el único aprobado de Aquel que sí te lo dará.

* Seguir el camino abierto. Ser fiel. Esperar. Su irrupción segura.

* Aceptar aplauso por el trabajo vulgar te aparta del camino de la excelencia y hará parecer buenos a quienes sólo son mediocres. El suyo es un aplauso interesado.

* Qué triste cuando sólo hay lugar para los halagos y no para la fraternidad discrepante, para la discrepancia fraterna.

* ¡Cuántas ideas bajas en calorías!

* Opta por un pietismo ilustrado.

* Presentar para confrontación los aspectos más débiles del criterio rival no favorece tu posición; al contrario, empobrece el debate y aún tu propia victoria.

* Todo lo que es relevante y significativo en la vida se puede/debe aprender; nada de todo ello, sin embargo, puede enseñarse.

* Aprendes, sólo si desenroscándote.

La madurez parece ser el proceso por el cual nos desprendemos, des-aprendemos, de todos los conocimientos falsos y de los conocimientos verdaderos falsamente aprendidos. Hasta que regresamos a la primera condición de niños y recibimos las viejas verdades con corazón de niño.

* La presencia conmovedora de la madre en el chasquido del hilo que se parte entre dos dedos.

Lo auténtico queda en el corazón. Aferrarse a cosas y recuerdos no hace sino falsificar la imagen amada. La pervierte y encadena el corazón. Hay que librarse del fetichismo en las cosas. No significan nada. Debe bastar la huella en el corazón.

La tierra de origen sólo genera recuerdos y éstos no bastan para vivir. El hogar termina siendo siempre el entorno afectivo de hoy. No cabe reclamar un lugar propio en el pasado.

Contra la pérfida e inmovilizadora tiranía de la mística de los recuerdos.

* El temido sueño vuelve de nuevo a tu mente. Como Zapata tras su regia mesa de despacho, viéndose a sí mismo en la pobreza y los ojos del campesino que le escupe verdades pronunciadas por él mismo años antes desde aquel otro lado de la mesa, ... que ahora ha conquistado a costa de abandonar su lugar y su verdad primera. Su verdad más propia, la única verdad que le perteneció y que en nombre del realismo y la prudencia perdió, sin saber cuándo ni dónde exactamente.

Te miras en el espejo y descubres un profesional. Con todas las virtudes y sinceridades del buen profesional. Pero sólo un profesional y ya no un profeta.

Profesional. Has cedido a la tentación del pequeño confort del orden, lo previsible y la ausencia de sobresaltos. El pequeñito burgués se ha instalado en tu corazón con las sutiles armas de grandes palabras y más nobles propósitos. Demasiado cómodo para salir al desierto, demasiados tesoros que conservar, demasiados bienes que perder, demasiado temor. Demasiado grueso; has engordado en exceso y ya no puedes asumir riesgos para vivir peligrosamente. Con todo, la vida sigue estando en el desierto, caminando siempre con paso vacilante sobre la arena hirviendo. La vida es vida si expuesta, vida peligrosa vivida peligrosamente. Con la sola mano de Dios como único asidero.

Arriesga. También Zapata dió un golpe en la mesa, pasó al otro lado para ponerse de nuevo la pistola al cinto, buscar su caballo y regresar al desierto. Así recobramos la lucidez, vemos la mentira en que vivimos y regresamos a nuestra verdad primera, nuestra verdad más propia. Lucidez. Para recuperar tu libertad, tu antiguo equipaje ligero y breve, tu aceptación del riesgo.

Zoran Music, pintor rumano superviviente de Dachau, confiesa que corriendo en pos de otras verdades artísticas y procurando hacerlas suyas "... comencé a desviarme de mi camino. ... perdí totalmente mi verdad personal. Es lo peor que le puede pasar a un artista, ya que sin ella dejará de existir". Perder su verdad personal es lo peor que le puede pasar a un hombre, a cualquier hombre.

Perder tu verdad personal, la pequeña y frágil verdad que alentó tus días más auténticos; eso la muerte.

Siempre llega a lomos del espejismo mediocre de la seguridad. Esa seguridad que adormece la vida, las obras y la fe.

Arriesga. Arriésgate cada día sólo sostenido, como Abraham, por la extravagante seguridad de la fe en Aquel que es "... poderoso para hacer todo lo que había prometido" (Rom.4,21). Arriésgate. Mira adelante, haz de la provisionalidad virtud y hogar. Sobre todo, imita a aquellos valientes de la antigüedad que no volvieron nunca la vista atrás añorando falsas patrias seguras "... pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, ..." (Heb.11,15-16).

En definitiva, lo que no es revolución es apariencia; no es nada.

* Vive ante El. A la intemperie.

Todavía en pos de ese que aún no eres tú; de quien sí eres pero apenas conoces. Del encarcelado apenas entrevisto. Bajo el peso del viejo autómata que camina entre aplausos y reproches ajenos, pero sin pálpitos propios.

* Te has asomado a la caverna, metiste la cabeza en la boca del abismo (has recibido el hálito nauseabundo de su fondo), has visto abajo la cuna de todos los reptiles, ... Ya sabes que todo eso está ahí ante ti, amenazante. Pero no te ha hecho más fuerte ni más feliz. Una vez visto, mejor seguir de espaldas a su inevitable pero repulsiva realidad. Y seguir tu camino.

* Las blancas y voluptuosas páginas de un libro se ofrecen como refugio. En medio de la opacidad oscura son la abertura del orificio imprescindible para huir de la miseria, la pobreza necesaria, diuen, y la muerte de cada día. Para habitar universos más nobles y reconfortantes. Los viejos, fieles y sabios amigos de siempre. Inalterables y gozosamente predicibles como la llegada de las olas del mar a la orilla.

* Cuántas veces vivimos al dictado, según lo que esperan de nosotros; según lo que cada uno espera de nosotros. Y creemos erróneamente estar contentos sólo porque contentamos a otros. Vivir así es vivir por encargo.

Crecer es aprender, ser enseñados a vivir en plena honestidad ante nosotros mismos. Descubrir cada día con mayor intensidad el riesgo de ser uno mismo. Y hacerlo ante Dios para que la introspección no desemboque en la niebla. Abracemos el silencio sonoro y fecundo del exilio interior (exilio afable y no amargado). Por di-senso. Para re-crear.

* Cuando bajo los pies apenas queda un ladrillo firme, mientras alrededor todo el suelo se derrumba; cuando toda seguridad y apoyos se desvanecen; ... entonces se revela la recia presencia de Cristo: ofreciendo el palmo de tierra más firme y suficiente en el que puede cimentarse una vida.

Chapter Two

Sufrimiento

* Nada tan ecuménico como el dolor. Se da en toda edad, condición y circunstancia. De modo que asombran menos las tinieblas que traen el dolor sobre los días, que cada amanecer que se nos obsequia sin ellas. No lamentemos la oscuridad, festejemos la mañana.

* No juzgues a los hombres por su ideología; júzgales por su dolor.

El sufrimiento hiere nuestro cuerpo pero ofende más aún nuestra vanidad, nuestro anhelo de suficiencia.

* El sufrimiento del mundo, resumido en los ojos de aquellos bufones que pintó Velázquez.

* Ismael (5 años) disculpa el miedo de su hermano mayor (8 años) a las tormentas "porque es mayor", dice. De hecho, Ismael lamenta ser pequeño porque en tal condición no puede saber que cosa sea el miedo. ¡Cuánta razón tiene! el miedo es cosa de mayores, de adultos ya crecidos.

* Los tiempos de bonanza son provisionales. Es preciso dignificar la vida complicándola con retos nuevos cada día. Complicaciones y problemas de altura, desde luego.

* La vida es un dolor (V. Aleixandre)

Escuchemos a los poetas; poseen la lucidez propia del corazón sensible. No les falta razón: la vida es una sucesión de dolor. Asombra que no suframos aún más, porque las posibilidades son infinitas.

Sin embargo, la omnipresencia del dolor puede ser inventariada sin desolación cuando se percibe bajo la sabiduría divina: sé agradecido a Dios por el bien que gozas, sé agradecido por los males que no sufres, sé en Dios para que tu dolor (debilidad) sea absorbido en Su poder.

* No, Dios no hace caer el mal sobre ti. En realidad, Él lo contiene mil veces a diario sobre tu cabeza.

* El sufrimiento, cuando es soportado con dignidad, nos educa en la posibilidad real de la presencia de Dios y Su acción en/pese al dolor. Sufrir se convierte entonces en una lección para los demás que estimula y guía a la madurez ante tantos testigos inspiradores. Aunque ciertamente es una lección costosa para quien la imparte.

* Cuando ves a tu hijo enfermo, llorando por la fiebre o el dolor, no puedes hacer otra cosa que compartir ese dolor abrazándole y permaneciendo todo el tiempo junto a él; ofrecerle tu presencia, que sabes cuánto le conforta.

Cuando Dios escoge no sanar a un hijo Suyo, o no librarle de una prueba, es posible sentir Su débil presencia junto al quebrantado, fortaleciendo ciertamente su ánimo.

* Es asombroso en cuántas sutiles maneras puede expresarse el egoísmo. Duele sufrir por el otro pero duele más aún sufrir en vano. Ya que hemos entrado en el callejón del llanto, que sea el final; para que no volvamos a transitar en el futuro por la misma tristeza. Es bochornoso pretender deshacerse así del rostro cercano y amado, cuando doliente.

* Se sufre y se muere inevitablemente en soledad. Es bien cierto que los últimos metros se recorren a solas.

Inevitablemente. Existe una dimensión del sufrimiento que no se puede compartir. Los demás no son ayuda sino más bien al contrario: no dejan sufrir en libertad, exigen a su vez consuelo.

* Es preciso vencer la tentación de negarse a ver enfermo y disminuido al ser amado. De otro modo, no dejamos lugar al desprendimiento sino a cierta clase sofisticada de egoísmo, a un mezquino afecto consumista.

* Sufro, luego existo (Miguel de Unamuno)

Lucidez del dolor. Sólo el sufrimiento nos hace personas plenamente. Cuando es fruto de la contemplación del dolor en el rostro del amado, y ello nos forma ¿no estamos, una vez más, ante un modo sutil de egoísmo? ¿No se trata de un proceso egoísta de fagocitación contemplativa?

(Continues...)



Excerpted from Alenar by Emmanuel Buch Copyright © 2011 by Emmanuel Buch . Excerpted by permission of Thomas Nelson. All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
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Table of Contents

Contents

Prefacio....................07
Prólogo a la primera edición....................11
A manera de prólogo....................15
Introducción....................17
1. Persona....................23
2. Sufrimiento....................35
3. Muerte....................47
1. Amistad....................57
2. Verdad....................65
3. Shalom....................73
1. Fé....................85
2. Ministerio....................99
3. Kyrios Christos....................107
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