Cuando las mujeres cargan con el dolor
La muerte siempre llega de forma inesperada. Saca a la gente de su camino habitual, pone su vida patas arriba de un segundo a otro. No importa si los afligidos han podido prepararse durante algún tiempo para la próxima muerte de un ser querido o si la noticia les llega de forma repentina e inesperada. Cuando una persona cercana a ti muere, siempre se siente como si el mundo se viniese encima. Sin duda, es reconfortante si has tenido tiempo suficiente para hablar con el fallecido de antemano o para aclarar posibles conflictos.
Pero al final, es irrelevante si has sido capaz de asimilar la idea de tener que despedirte definitivamente o si la noticia te golpea sin estar preparado: lo que queda es un vacío con el que tienes que aprender a vivir.
El duelo es la reacción natural ante una pérdida de este tipo y es tan individual como las personas. El duelo está determinado por la relación que se tenía con el fallecido. Y también depende de lo estrecha que fuera esa relación.
Esta breve guía es una primera ayuda rápida en el camino del duelo. Mis condolencias y simpatía.
