Comentario Swindoll del Nuevo Testamento: Juan

Comentario Swindoll del Nuevo Testamento: Juan

by Charles R. Swindoll
Comentario Swindoll del Nuevo Testamento: Juan

Comentario Swindoll del Nuevo Testamento: Juan

by Charles R. Swindoll

Paperback

$24.99 
  • SHIP THIS ITEM
    Qualifies for Free Shipping
  • PICK UP IN STORE
    Check Availability at Nearby Stores

Related collections and offers


Overview

Charles R. Swindoll has devoted his life to the clear, practical teaching and application of God's Word. He currently pastors Stonebriar Community Church in Frisco, Texas, and serves as the chancellor of Dallas Theological Seminary. His renowned Insight for Living radio program airs around the world. Chuck and Cynthia, his partner in life and ministry, have four grown children and ten grandchildren. SPANISH BIO: Charles R. Swindoll ha dedicado su vida a una diafana y practica aplicacion de la Palabra de Dios. Hoy dia es pastor de la iglesia Stonebriar Community de Frisco, Texas, y es rector honorario del Seminario Teologico de Dallas. Su famoso programa radial Insight for Living (Vision para vivir) se transmite en el mundo entero. Chuck y Cynthia, la companera de su vida y ministerio, tienen cuatro hijos mayores y diez nietos.

Product Details

ISBN-13: 9780829758047
Publisher: Vida
Publication date: 09/12/2010
Pages: 352
Product dimensions: 7.30(w) x 9.00(h) x 1.00(d)
Language: Spanish
Age Range: 18 Years

About the Author

Charles R. Swindoll ha dedicado su vida a una diáfana y práctica aplicación de la Palabra de Dios. Hoy día es pastor de la iglesia Stonebriar Community de Frisco, Texas, y es rector honorario del Seminario Teológico de Dallas. Su famoso programa radial Insight for Living se transmite en el mundo entero. Chuck y Cynthia, la compañera de su vida y ministerio, tienen cuatro hijos mayores y diez nietos.

Read an Excerpt

COMENTARIO SWINDOLL del NUEVO TESTAMENTO JUAN


By CHARLES R. SWINDOLL

ZONDERVAN

Copyright © 2010 Charles R. Swindoll
All right reserved.

ISBN: 978-0-8297-5804-7


Chapter One

EL EVANGELIO DE JUANEL EVANGELIO DE JUAN

Preludio a la Deidad (Juan 1:1-18)

1 En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios en el principio. 3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.

6Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió 7 como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran. 8 Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo.

10 El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció. 11 Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. 12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. 13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

14 Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

15 Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: «Éste es aquel de quien yo decía: "El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo"». 16 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, 17 pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. 18 A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.

En 1964, Thayer S. Warshaw, maestro de inglés en la Secundaria Newton cerca de Boston, se preocupó que cuando las escuelas públicas prohibieron la Biblia, a los estudiantes se les privaba de una parte importante de su cultura. Para martillar su punto diseñó una prueba sobre alusiones comunes a las Escrituras según aparecen en la literatura y vocabulario secular. A pesar de su obvia inteligencia y educación de primera clase, la mayoría de estos colegiales y futuros universitarios no pudieron completar las siguientes expresiones comunes (los porcentajes de los que no pudieron completar la frase se dan en paréntesis):

«Convertirán sus espadas en arados». (63%)

«Muchos son llamados, pero pocos los escogidos». (79%)

«La verdad les hará libres». (84%)

«El orgullo va delante de una caída». (88%)

«El amor al dinero es raíz de todos los males». (93%)

Varios de los estudiantes de este colegio nacionalmente aclamado pensaban que Sodoma y Gomorra eran amantes, y muchos mencionaron a los cuatro Evangelios como «Mateo, Marcos, Lutero y Juan». De acuerdo a estos estudiantes de primera clase, Eva fue formada de una manzana, Moisés bautizó a Jesús, Jezabel fue el burro de Ajab (no lejos de la verdad!), y Jesús habló en «parodias».

A fines de la década de 1950 y a principios de la de 1960, estuve estrechamente relacionado con la Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Algunos amigos íntimos y yo hablábamos con universitarios en los planteles de la Universidad de Oklahoma, Universidad Estatal de Oklahoma, de la Universidad de Texas en Austin y en Arlington. Para entablar la conversación usábamos un cuestionario sencillo, que incluía la pregunta: «En tu opinión, ¿quién fue Jesús de Nazaret?». La respuesta más común era: «El Hijo de Dios». Eso tal vez le sorprenda, como también me sorprendió a mí. Yo esperaba «un gran maestro», o «el fundador del cristianismo», o «un mártir que murió por sus creencias».

Cuando hacía la siguiente pregunta, sin embargo: «¿Cómo llegaste a esa conclusión?», la respuesta más común era: «No lo sé». Lo mismo es cierto entre muchos creyentes hoy. Saben la respuesta correcta, pero no saben por qué la respuesta es verdad.

El apóstol Juan escribió su relato de la vida de Jesús para revelar la identidad de Jesús a fin de que podamos responder en creencia. Empieza su Evangelio con un prólogo (1:1-18), que declara en términos intrépidos, nada ambiguos, que Jesús no es otro que Dios en carne humana. Juan entonces entreteje su tesis primaria en todo el resto de la narración. Jesús adujo deidad, sus milagros respaldaron lo que dijo, sus actividades presuponían esta verdad y su resurrección finalmente vindicó todo lo que dijo e hizo.

El prólogo de Juan ofrece cuatro razones para creer que Jesucristo es Dios:

Jesucristo es eterno; no tuvo principio ni tendrá fin (1:1-2).

Jesucristo es el Creador; todas las cosas fueron hechas por él (1:3).

Jesucristo es la fuente de vida; nada permanece vivo aparte de él (1:4-13).

Jesucristo, aunque completamente humano, revela plenamente al Padre (1:14-18).

Antes de examinar cada una de estas razones en detalle, lea 1:1-18 y tome notas de la progresión deliberada de Juan de lo infinito y la eternidad a un solo individuo, en quien reside todo lo que es infinito y eterno.

-1:1-2-

Los primeros dos versículos recalcan que Jesucristo es eterno; no tiene principio ni tendrá fin. Una traducción literal de la primera frase es: «En principio», no «en el principio». La frase no tiene artículo definido. En la eternidad pasada, antes del principio de nada -espacio, tiempo, materia- en la expansión indefinida de la existencia sin tiempo, en un principio que no tiene principio, «el Verbo» existía en un «presente» eterno, infinito. El Verbo que se traduce «existía» representa el tiempo pasadoimperfecto del verbo eimí, «ser». La traducción literal de la primera oración de Juan es: «En principio estaba existiendo el Verbo».

¿Por qué es esto tan importante? Porque Juan forjó cuidadosamente estas oraciones iniciales para establecer una verdad esencial. Escogió sus palabras cuidadosamente y las arregló con precisión para no dejar lugar a malos entendidos. Antes de cualquier punto concebible en el pasado eterno, «el Verbo» ya estaba existiendo. «El Verbo», por consiguiente, no tiene principio. «El Verbo» siempre ha existido.

Más adelante en el prólogo (v. 14), aprendemos que «el Verbo» es Jesucristo. El término griego es logos, concepto profundamente significativo entre los filósofos, por lo menos por tres siglos antes de Cristo. Se refería a una mente divina no creada que da significado y orden al universo. Juan esencialmente concordó con el concepto, diciendo en efecto: «El concepto que los filósofos paganos han teorizado en realidad existe; es Dios, y Jesucristo es él».

Juan sigue describiendo «al Verbo» y dice que estaba con Dios. La preposición griega pros, cuando se usa de esta manera, representa familiaridad. «El Verbo» y Dios Padre existían en intimidad, compartiendo lugar y propósito. En verdad, la intimidad y familiaridad era tal que «el Verbo era Dios». El Verbo y Dios participaban de la misma esencia; por consiguiente, todo lo que es cierto de Dios, es cierto del Verbo.

Salmo 90 vino de la pluma de Moisés y celebra la existencia eterna de Dios, que no tiene principio, a diferencia de su creación.

Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios (Salmo 90:1-2).

La palabra hebrea que aquí se traduce «siglo» es olam, que probablemente se deriva de una palabra similar que quiere decir «esconder». Si se aleja un objeto más y más de un observador, a la larga desaparece de su vista. Está más allá del punto de desaparecer. Una buena paráfrasis expresaría la idea de esta manera: «Desde el punto en que desaparece en el pasado hasta el punto en que desaparece en el futuro, tú has existido, Señor».

Juan expresó esta misma idea sobre el Verbo. A. W. Tozer capta el pensamiento muy bien en su libro The Knowledge of the Holy [El conocimiento del Dios santo]:

La mente mira hacia atrás en el tiempo hasta que el pasado tenue se desvanece, luego se vuelve y mira hacia el futuro hasta que el pensamiento y la imaginación colapsan por el agotamiento; y Dios está en ambos puntos, sin que lo afecten ni uno ni otro.

El tiempo marca el principio de la existencia creada, y debido a que Dios nunca empezó a existir esto no puede aplicarse a él. «Empezó» es una palabra de tiempo, y no puede tener significado personal para el Alto y Sublime que habita en la eternidad.

Para subrayar y resumir su punto, Juan añade: «Él estaba con Dios en el principio». En esa existencia eterna antes del tiempo, el Verbo y Dios estaban juntos y era el mismo ser. Los teólogos describen esta relación eterna de esta manera: En tanto que Padre e Hijo son «personas» distintas, participando de la misma naturaleza y atributos, también son de la misma esencia. Y por «esencia» Padre e Hijo existen como un solo Ser Supremo.

-1:3-

Jesucristo es el Creador; todas las cosas fueron hechas por él. En los vv. 1-2, Juan ha dicho que el Verbo es deidad y pasa a respaldar su caso desde el punto de vista del tiempo: solo Dios es eterno; y debido a que el Verbo es eterno, es Dios. Ahora en el v. 3 el apóstol establece la deidad de Cristo desde otra perspectiva: creación. (Siga conmigo mientras me detengo en el campo de la antigua filosofía.)

En la mente antigua, hebrea y gentil, todo lo que existe puede colocarse en una de dos categorías distintas:

Todo lo «no creado» -es decir, cualquier cosa que no ha sido creada- es deidad. Para el hebreo en particular, solo Dios fue «no creado». Por consiguiente, cualquier cosa de la que se diga «no creada» es, por definición, Dios. Teniendo en mente esta antigua cosmovisión, lea de nuevo 1:3 con todo cuidado: «Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir».

Note el énfasis de Juan en la frase «llegó a existir», que usa tres veces. Todo lo que «llegó a existir» tiene un principio. En algún punto no existía, y entonces empezó a existir. Juan nos lleva de regreso a la eternidad del pasado, mucho más allá de Génesis 1:1, para decir que Cristo ya existía. Siendo el mismo Dios, que solo existía como «no creado», trajo todo lo demás a que exista y sea.

¿Por qué es este punto tan importante? Porque los falsos maestros -empezando en los días de Juan y que persisten incluso ahora- aducen que Jesucristo no es Dios, igual, coeterno y coexistente con el Padre en la eternidad pasada. Muchos dicen que él fue el primer ser creado, que el Padre dio existencia al Hijo, quien luego creó todo lo demás. A Arrio, falso maestro del siglo tercero, le encantaba decir: «Hubo un tiempo en que él no era». Esta enseñanza continúa hoy como doctrina oficial de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) y de los Testigos de Jehová; ambas organizaciones han modificado el prólogo de Juan para que se ajuste a su teología. Juan señala el momento de la creación para decir que antes de que cualquier cosa existiera, Cristo, que es el Creador, con su palabra hizo que existieran «todas las cosas».

-1:4-8-

Jesucristo es la fuente de vida; nada permanece vivo aparte de él. El Evangelio de Juan hace algo que no hacen los Evangelios Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). Mateo rastreó la genealogía de Cristo hasta Abraham. Lucas rastreó sus raíces hasta el primer ser humano, Adán. Pero Juan va más allá de la creación física para decir que en Jesucristo estaba la vida y la luz, dos imágenes que Moisés usó en referencia a Dios en Génesis 1. El Creador con su palabra hizo que el mundo existiera y luego lo llenó con la luz de su verdad (Génesis 1:3). El Creador entonces empezó a llenar la tierra con vida: vegetación, seres marinas, aves, animales terrestres, y su logro supremo: la humanidad. Sopló su propia vida en el hombre y la mujer, y ambos llevan su imagen.

Juan dice, en efecto: «En el principio Dios Hijo creó a la humanidad y la llenó de vida. Luego vino a la tierra como ser humano para dar vida de nuevo a la humanidad que está espiritualmente muerta debido al pecado». En tanto que es cierto que Juan no menciona específicamente la caída de la humanidad (Génesis 3), podemos dar por sentado que para el fin del primer siglo, la doctrina de la depravación humana, la mayoría la entendía bastante bien. No obstante, Juan sí subrayó nuestra necesidad desesperada de salvación al describir la reacción del mundo a la aparición de la Vida y la Luz.

Juan declara que las tinieblas del mundo no katalambano la luz. Esta palabra griega tiene una variedad de significados, dependiendo del contexto y, por consiguiente, no tiene equivalente directo en español. El significado primario es «atrapar, atacar, vencer, sostener sin soltar el apretón». Como sucede a menudo en el lenguaje, sin embargo, la definición literal a la larga condujo a su uso metafórico, «comprender o entender». ¿Qué quería decir Juan? ¿«Las tinieblas no vencieron a la Luz» o «Las tinieblas no comprendieron a la Luz»?

Esto pudiera tener un doble sentido, tanto literal como figurado. Al final, las tinieblas no pudieron suprimir la Luz ni siquiera poniendo a la Luz en una tumba. Los versículos que siguen, sin embargo, parecen recalcar la deficiencia mental de las tinieblas; su reticencia a creer y por consiguiente su incapacidad de comprender. Luego, conforme el relato de Jesús continúa, Juan mostrará que la verdad no tiene sentido a la mente oscurecida por el pecado (8:44-45, 47; 14:17; 18:38).

Juan el Bautista, el hombre a quien Jesús llamó el más grande de todos los profetas (Mateo 11:913), no fue rival para las tinieblas. Como Moisés, Samuel, Elías, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y todas las luminarias de la Palabra a través de los siglos antes de él, Juan no logró iluminar a la humanidad. Después de todo, ellos eran solamente humanos. La única esperanza para la humanidad era la Fuente de luz, que puede iluminar toda mente debido a que él es más que humano.

-1:9-13-

El versículo 9 puede ser problemático a primera vista. Parecería contradecir lo que Juan acaba de declarar en el versículo 5: «Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla». Siga leyendo y el punto de Juan se vuelve claro. Ahora que la Fuente de luz ha venido a la tierra y ha iluminado las mentes de los seres humanos, nadie puede legítimamente aducir ignorancia. Todos los que no creen no tienen excusa. Antes de su arresto Jesús les dijo a sus discípulos:

Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí, también aborrece a mi Padre. Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido. Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: «Me odiaron sin motivo» (Juan 15:22-25).

Permítame ilustrar el punto de Juan de otra manera. Toda casa moderna se conecta a una red eléctrica, que provee la energía necesaria para iluminar cada rincón. Los que viven en esas casas, sin embargo, pueden escoger vivir en la oscuridad. La luz está disponible pero no es obligatoria. Aunque la Fuente de luz ha venido al mundo y ha iluminado todas las mentes, muchos escogen cerrar las cortinas y ahuyentar la luz. Ahora que Cristo ha venido, creer o no creer ya no es una crisis del intelecto (como si alguna vez lo fuera); es una crisis de la voluntad. Cuando una mente oscurecida escoge seguir en las tinieblas, nadie sino el mismo individuo es culpable de haber tomado esa decisión.

En tanto que muchos han rechazado la luz, muchos otros han escogido recibirla por fe; es decir, escogieron creer en Jesucristo. Juan predice la enseñanza de Cristo en 3:1-21 declarando que los que han escogido creer son «hijos de Dios» como resultado del nacimiento sobrenatural de arriba. Un nacimiento natural es el resultado de dos seres humanos que deciden procrear. Una persona nace espiritualmente como resultado de la decisión soberana de Dios.

-1:14-18-

Jesucristo, aunque completamente humano, revela plenamente al Padre. Aunque usted no lo crea, en los días de Juan la mayoría no tenía problema para aceptar la divinidad de Cristo. Tenían más problemas con su humanidad. La influencia de Platón permeaba todo aspecto de la religión y filosofía de manera que cualquier cosa tangible llegó a verse como inherentemente mala. La gran esperanza de los filósofos griegos era escapar del ámbito dañado, pernicioso, a fin de tener comunión con la mente divina, que existía solo en el campo de la idea pura. En la vida trataban de negar el cuerpo como medio de conectarse con lo que concebían como dios. Veían a la muerte como la liberación del alma (el aspecto bueno del hombre) de la prisión del cuerpo (el aspecto malo del hombre). Así que, naturalmente, retrocedían ante la noción de que Dios llegara a ser algo genuinamente material.

(Continues...)



Excerpted from COMENTARIO SWINDOLL del NUEVO TESTAMENTO JUAN by CHARLES R. SWINDOLL Copyright © 2010 by Charles R. Swindoll. Excerpted by permission.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

Table of Contents

Contents

Prefacio del Autor....................7
Introducción a Juan....................11
Comentario sobre Juan....................21
Presentación del Verbo (Juan 1:19-4:54)....................33
Acreditación del Verbo (Juan 5:1-12:50)....................97
Confirmación del Verbo (Juan 13:1-17:26)....................208
Vindicación del Verbo (Juan 18:1-21:25)....................283
Mapa: El mundo de Juan....................10
Tabla: El Evangelio de Juan de un vistazo....................12-13 Mapa: Betania más allá del Jordán....................40
Tabla: Siete señales del Hijo de Dios....................57
Mapa: Judea, Samaria, Galilea....................81
Mapa: Caná, Capernaúm....................94
Tabla: Calendario judío y ciclo de festivales....................124
Mapa: Mar de Galilea....................125
Tabla: Etapas de rechazo....................158
Tabla: Semana final....................200
Tabla: Los doble amén en Juan....................218
Tabla: Jesús predice su muerte y resurrección....................229
Mapa: Jerusalén al tiempo de la crucifixión....................271
Tabla: Juicios de Jesucristo....................287
Mapa: Jerusalén....................289
Tabla: Falsos juicios de Jesús....................294-295 Gráfico: Flagrum....................306
Gráfico: Cruz....................312
From the B&N Reads Blog

Customer Reviews