Recuerdo que un día antes de partir de mi país natal Colombia, a mis 22 años, vivía con mis dos hermanas y mi madre, y me veía con pocas posibilidades de triunfar. Salí embarazada a los 17 años, y la sociedad me condenó a vivir como madre soltera por varios años y a vivir en pobreza.
No sabía nada, no producía nada. Poco sabía de la vida y mucho menos del significado de la palabra riqueza. Y ahí estaba yo, recién llegada a Miami, con 22 años de edad, madre soltera, y con un futuro que no prometía mucho. Desconsolada, sola, y más desanimada por una dura realidad que vivía, sin dinero, sin trabajo y con
pocas oportunidades. Un día decidí emprender mi camino hacia los Estados Unidos, el país de las oportunidades y el que me ha brindado todo, mis hijos, mi familia, y un sin número de experiencias
maravillosas. Y aunque amo a mi bello país Colombia, me siento y soy igualmente Americana, estoy muy agradecida por lo que he podido lograr en este maravilloso país.
Ha sido un largo camino, pero que me ha dejado muchos triunfos, conquistas personales y profesionales. Todos anhelamos conquistar el amor, la felicidad e inclusive el dinero. El dinero también se conquista, la riqueza también se conquista.
Mientras viajo por el mundo dando conferencias, talleres, vendiendo mis programas financieros, libros y trabajando en diferentes campañas como Latina Influyente de los Estados Unidos, me encuentro con muchas personas que viven y se sienten como miserables. Trabajan demasiado duro, con sus tarjetas de crédito al máximo, llenos de deudas y con un futuro financiero incierto.
Recordando mi pasado en Cali, Colombia y viendo como algunas personas conocidas continúan en el mismo lugar de siempre, me digo a mi misma, "Siempre deseé buscar un mejor futuro, siempre busqué vivir de una manera distinta". Gracias a Dios encontré la manera. Adquirí pasión personal por salir adelante y conquistar mi libertad financiera, compartiendo a otros mis conocimientos y ayudándolos a lograr su éxito financiero. Aprendí a ser exitosa con el dinero, me preparé y me gradué con un título en finanzas y varias capacitaciones.
Y aún sigo preparándome y aprendiendo porque mi pasión es aprender y porque comprendí que, si no aprendes y no te capacitas continuamente, mueres lentamente. Dejar de aprender es dejar de crecer.
No aprender a manejar el dinero, es no saber cómo alcanzar tu riqueza. Si no controlas tu dinero, él te controla a ti. Ahora siento una obligación moral de ayudar a mi comunidad y a todos los hispanos del mundo a conquistar su libertad financiera y a vivir la vida abundante que Dios quiere para ellos.
Hoy en día empodero millones de personas hacia la libertad financiera por medio de mis segmentos televisivos en Univisión, la cadena hispana más vista de los Estados Unidos, y a través de mis diversas enseñanzas.
