Los chicos buenos no se enamoran de las chicas malas, ¿verdad? Nash siempre ha sido el bueno de los dos hermanos Morgan. Es el jefe de policía de Knockemout y se está recuperando de un balazo. Desde entonces, aunque se empeña en ocultárselo a todo el mundo, su encanto sureño se ha visto ensombrecido por ataques de pánico y pesadillas... Lina Solavita acaba de mudarse a Knockemout y es la nueva vecina de Nash. Inteligente y sexy, es la única que ve las sombras que oculta el jefe de policía. A Lina no le gusta el contacto personal, pero, por alguna razón, el tacto de Nash es diferente. El también lo nota. Lástima que Lina tenga sus propios secretos y, si Nash descubre la verdadera razón por la que está en el pueblo, no se lo perdonará. Pero cuando Nash por fin decide lanzarse a por Lina, no se rendirá… incluso aunque tenga que enfrentarse a un peligro que casi acaba con él.
Police Chief Nash Morgan is known for two things: being a good guy and the way his uniform accentuates his rear end... But two bullets put a dent in his Southern charm and now he's facing a criminal still on the loose and a town full of citizens that consider the law more of a 'guideline'. The last thing he needs is the leggy, smart-mouthed Lina Solavita moving in next door, making him feel things he doesn't have the energy to feel. Lina is on a mission. As soon as she gets what she's after, she has no intention of sticking around. The town of Knockemout has other ideas. Soon she finds herself sucked into small-town life. Dog-sitting. Saying yes to a bridesmaid's dress. Listening to the sexy chief of police in the shower. But when Nash discovers Lina's secret these friends become furious enemies - though the sparks flying between them don't know the difference between love and hate.
