Cristología es la principal rama de la Teología, de imponencia e importancia fundamental para la fe cristiana. Tal estudio registró y sucedió gran centralidad para la vida de la Iglesia hasta los días de hoy en la Cristología abordada en los primeros concilios, que definieron y sistematizaron dogmáticamente las dos naturalezas de Cristo, la Divina y la Humana y su Persona única e indivisible, además de su Alma y relación con el Padre y el Espíritu Santo. También efectuaron notable instrucción en la proclamación del dogma de la Santísima Trinidad.
Jesús era el Hijo del Dios e del Hombre, conforme Él mismo se proclamó. Sin duda fue un hombre con una personalidad impresionante a punto de despertar un grito entusiasmado de una mujer, conforme Lucas 11.27. Jesús fue la personalidad más brillante que la humanidad ya tuvo, un gran líder que no solamente hizo de hombres sin calificaciones de liderazgos, verdaderos líderes mundiales, como despertó para la vida aquellos que vivían sin esperanzas. Vivió intensamente la vida, no esclavo de sus emociones ni prisionero de la ansiedad. Sus palabras y actitudes, atención la los necesitados y despreciados, y su fidelidad a sus ideas, lo hicieron una mente tan brillante que ningún otro pensador o personalidad de la historia humana se puede igualar a Él.
En la cristología aprendemos que Cristo no fue ningún revolucionario judío, un grande filántropo o un filósofo que haya postulado lexis moralis, mucho menos un guía espiritual como los gurús hindús. Al contrario, fue mucho más que cualquiera de estos y más aún - un personaje theantrópico.
El presente libro cuenta con las principales estructuras doctrinarias de la Cristología, sus nombres y títulos, su divinidad y humanidad, tentaciones, oficios, sufrimiento y resurrección, a fin de proporcionar al alumno un conocimiento fundamental de la doctrina.
