Alexander Angamarca (2000), nació en Quito, Ecuador. Lleva siete años escribiendo cuentos y extensas obras en las que expone su herencia ecuatoriana y su identidad como mestizo, resaltando con fuerza la mezcla de culturas de la que es parte. Es estudiante de Electromecánica en el Instituto Universitario Sucre en las noches y escritor en el resto del día.
Su padre nació en Gualel, pueblo escondido en las montañas de la serranía de su país, lugar de donde el autor toma inspiración para construir escenarios que rozan el límite de la realidad y lo fantástico. Su madre le inició en el hábito de la lectura, semilla que años después le permitió narrar historias nacidas desde su más profunda imaginación.
Sus escenarios son reales, autóctonos, sus personajes son honestos, hombres y mujeres de a pie, enfrentándose ante las más variopintas situaciones; hablando con la jerga quiteña, disfrutando de la gastronomía ecuatoriana, caminando por callejones, páramos y ruinas secretas.
Se crio en un barrio bajo de su ciudad, La Argelia, lugar desde donde da voz a los que, como él, caminan por la vida sin más que su propio intelecto.
