Emprendedor en el área de las tecnologías de información con una pasión por las misiones mundiales. Con experiencias misioneras de primera mano en países de medio oriente, la región del Caribe y grupos indígenas en México. Colaborador de organizaciones misioneras por más de 30 años en las áreas de levantamiento de fondos y mayordomía. Uno de los proyectos claves ha sido el apoyo a equipos misioneros pioneros en la plantación de iglesias y traducción de las escrituras por primera vez en la historia entre grupos humanos no alcanzados.
Rekan les lanzó unas preguntas que retumbarían en los oídos del equipo por el resto de sus vidas, preguntas que deberían resonar con un altavoz gigante en todas las iglesias del mundo. La primera pregunta fue:
- ¿Hace cuánto que ustedes tienen la escritura en su idioma?
Alonso le contestó:
- Bueno, en los países de donde venimos está disponible desde hace unos cuatrocientos años.
La segunda pregunta de Rekan fue como estocada de torero sobre un novillo:
- Si han tenido la Biblia por cuatrocientos años, ¿cómo es que no habían venido antes?
Del Desierto al Vergel es una novela que narra una historia maravillosa de la transformación espiritual de un pueblo por medio de las vidas de personas comunes y corrientes quienes siendo instrumentos llevados por Dios en obediencia a su palabra dejaron todo atrás, llevando las buenas nuevas del Evangelio a donde el nombre de Cristo no era conocido.
En esta novela, el personaje de esta historia, Alonso, descubre las respuestas a tres preguntas existenciales que todos nos hemos hecho alguna vez.
¿De dónde vengo? ¿Verdaderamente Dios existe? ¿Qué haré de mi vida?
Inspirada en hechos reales, esta historia presenta un reto para unirnos a la obra misionera desde cualquier lugar en donde estemos, no importando cual sea nuestra profesión, situación financiera o lugar geográfico. Es un escrito que nos lleva a reflexionar en las excusas comunes que hay en la iglesia tales como: <> y el típico: <<¿para qué ir al otro lado del mundo si aquí hay mucha necesidad?>> En esta historia descubriremos que no es que la iglesia tiene misiones, sino que la misión tiene iglesias y que el propósito final de las misiones mundiales es que Cristo reciba la adoración de la cual es DIGNO en todas las naciones de la tierra.
