Table of Contents
Los doce primeros días del año .— La ciencia de la vida es lo esencial .— "Pan" para el viaje .— La importancia del momento del despertar .— Confiad únicamente en las adquisiciones interiores.— La importancia del primer paso .— La esperanza alimentada por la fe y el amor .— La comida gracias a la cual una inteligencia superior mantiene la vida en nosotros .— Amar sin esperar a ser amado .— La vigilancia: una luz que camina ante nosotros .— La repetición es necesaria para la comprensión de las verdades espirituales .— La cima desde la que se perciben los múltiples aspectos de la realidad .— Nuestra vida: una serie de repeticiones, intentando mejorar cada vez .— No hay que quedarse ante una puerta cerrada .— Los eslabones de una cadena larga .— Detenerse, tres ejercicios .— Los momentos preciosos a prolongar .— Una imagen de sí mismo para crear .— La alegría alimentada por la gratitud.— Los esfuerzos que nos mantienen vivos.— Hoy determina el mañana.— Los pensamientos son entidades vivas.— Meditar: ralentizar el paso del tiempo.— Acontecimientos dichosos o desafortunados, esperar para decidir.— Los defectos, no luchar contra ellos.— La luz: una ayuda, una amiga.— El progreso técnico: los peligros de la facilidad.— La ira, nos fortalecemos dominándola.— La mejor protección contra las injusticias.— Las energías, concentrarlas para movilizarlas.— Las decepciones, inevitables si no se sabe a quién damos nuestra confianza.— La vida, una constante marcha hacia adelante.— Desde la mañana, darse una orientación.— Los gestos, su poder mágico.— Cada gesto tiene su importancia.— La muerte: negarse a evolucionar.— Las imágenes protectoras.— La comprensión de los demás, es razonable no esperarla demasiado.— El trabajo físico es necesario para la salud psíquica.— El placer no es la felicidad.— Las tentaciones, los medios para resistirlas.— La mano, cómo saludarse.— El destino: manifestaciones de leyes que ponemos en movimiento.— La buena orientación, no buscar pretextos para no tomarla.— Como si fuera la primera vez.— Las energías a dominar.— Sensibilidad y sensiblería.— Nuestro tribunal interior.— Las verdades a recordar cada día.— El patrón interior.— Los métodos, condiciones de su eficacia.— La libertad: empezar por no contar demasiado con los demás.— Los esfuerzos, más importantes que los resultados.— La felicidad, amar teniendo la sabiduría como guía.— Los mantras, cómo pronunciarlos.— El alma, es imposible ignorar sus aspiraciones.— Las energías, velar por orientarlas.— Ninguna actividad es insignificante.— Los trastornos psíquicos siempre tienen una causa.— El deseo de progresar da sentido a la existencia humana.— El amor, una fuente a proteger.— El pensamiento, instrumento de nuestro poder.— Para una economía bien entendida.— Un alto ideal transforma nuestras energías psíquicas.— La risa, una explosión de vida.— La verdad, haberla encontrado y seguir buscándola.— El sufrimiento puede convertirse en una fuente de riqueza.— Dulzura y humildad son verdaderas potencias.— Las pruebas que debemos estar siempre dispuestos a afrontar.— La guerra: un desequilibrio en la balanza de la vida.— El estancamiento, sus peligros.— La voz interior a la que prestar atención.— Comprender supone realizar.— Las decepciones, su utilidad.— Saludarse evitando sostener un recipiente vacío.— El presente moldea el futuro.— La atención y el control de los gestos, condiciones de la verdadera economía.— La comida, extraer la quintaesencia.— La vida, conservar el deseo de avanzar.— Los problemas, olvidarlos un momento para resolverlos mejor.— Amar la belleza nos protege.— Nuestros enemigos son nuestros verdaderos benefactores.— Someter nuestra materia psíquica al poder del espíritu.— El niño, su encarnación en una familia.