El evangelismo personal

El evangelismo personal

by Myer Pearlman
El evangelismo personal

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by Myer Pearlman

Paperback(Spanish-language Edition)

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Overview

Aprenda mas versículos claves de la Bíblia en sus esfuezos evangelisticos personales.


Product Details

ISBN-13: 9780829705522
Publisher: Vida
Publication date: 01/19/1968
Edition description: Spanish-language Edition
Pages: 120
Product dimensions: 4.25(w) x 7.00(h) x 0.50(d)
Language: Spanish
Age Range: 18 Years

About the Author

Myer Pearlman es de descendencia judía, nació en Edimburgo. A los catorce años se licenció en Francés sirvió de intérprete del ejército de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial en Francia. En l915 emigró a Nueva York, se convirtió al evangelio y recibió el bautismo del Espíritu Santo. En l927 se graduó en el Instituto Bíblico de Springfield, Missouri, y en ese mismo año se unió a su facultad. En l927 se casó con Irene Graves. Fue un gran teólogo que dedicó gran parte de su vida a la enseñanza y dejó un gran legado en sus libros.

Read an Excerpt

Evangelismo Personal


By Myer Pearlman

ZONDERVAN

Copyright © 2013 Myer Pearlman
All rights reserved.
ISBN: 978-0-8297-0552-2


CHAPTER 1

La obra y los obreros


Al emprender el estudio del evangelismo personal, antes de considerar COMO realizar dicho trabajo, consideremos primero POR QUE, DONDE y CUANDO debe realizarse el trabajo personal. Quizá parezca innecesario para un hijo de Dios considerar estos puntos aun por un momento, y sin embargo, algunos de nosotros quizá no comprendamos por completo la obra que se nos ha encomendado, mientras que para aquellos que quizá comprendan con más amplitud, seguramente no estará fuera de lugar escuchar las palabras de Pedro, en el sentido de despertar "con exhortación vuestro limpio entendimiento."


¿Por qué?

1. Porque el Señor lo ordenó. "Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura." Marcos 16:15. ¿Podría hijo alguno que ha sido lavado en la sangre del Calvario hacer otra cosa que obedecer? ¿Querría cualquier hijo de Dios que sabe el precio que costó esa sangre hacer otra cosa que obedecer? Estamos tan inclinados a buscar todo lo bueno que el Señor ha adquirido para nosotros, y que nos ofrece mas ¿estamos solamente dispuestos a RECIBIR,pero no a DAR? ¿Nos liemos regocijado ante las maravillas de Juan 3:16, para eludir luego las responsabilidades de 1 Juan 3:16? "Muy ocupados," nos decimos. Y añadimos:"Muy cansados,"demasiadas preocupaciones." Mas ¿estaba el Señor demasiado ocupado en el. cielo para venir a redimir al hombre? ¿Estaba demasiadocansadoencircunstanciasquesesentabajunto al pozo, para hablar la palabra que hizo acudir a toda una villa a su Dios? ¿Le impedían las responsabilidades asumidas respecto de la multitud escuchar las palabras del ciego Bartimeo, o debido al apremio no podía satisfacer las necesidades de la mujer que le tocó entre la multitud, o estaba demasiado apresurado para escuchar el llamado de los diez leprosos que se encontraban junto al camino? ¿Seremos como los nueve que no retornaron para darle gloria? Recordemos que nosotros también somos sólo"samaritanos" y"extranjeros." De manera que, sabiendo lo que ha hecho por nosotros, glorifiquemos a Dios y démosle gracias obedeciendo su Palabra.

2. ¿POR QUE? Porque tenemos un mayordomía que se nos ha encomendado, una responsabilidad de la cual debemos responder ante el Señor. Hemos estado contemplando el pasado, miremos ahora el futuro, el día que anhelamos,ese día cuando le veremos a nuestro Salvador resucitado, ese día que seguramente no está distante. Hemos recibido a Cristo; estamos edificando sobre el fundamento, fuera del cual no hay otro alguno, pero ¿sobre qué estamos edificando? ¿Qué revelará el fuego? '¿Madera, heno, hojarasca?" ¿O será "oro, plata, piedras preciosas" que queremos que se revele? ¿Guardamos nosotros, como el siervo de la parábola, la mina en un pañuelo? Muy pronto veremos a ese "Hombre Noble," que "partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver" ¿Le recibiremos con gozo, o con vergüenza? Pensemos por unos momentos LO QUE SIGNIFICARÍA PARA NOSOTROS, SUS HIJOS REDIMIDOS, SI NO ESCUCHÁRAMOS DE LABIOS DEL SEÑOR LAS PALABRAS DE"BIEN, BUEN SIERVO Y FIEL."

3. ¿POR QUE? Porque es nuestro PRIVILEGIO. Dios no necesitaba al hombre para predicar su mensaje de salvación; podría haber hablado directamente a los corazones individuales; podría haber empleado a los ángeles, el viento, las olas. Todo estaba a sus órdenes. ¿Por qué fué entonces que le pidió al hombre que anunciara su mensaje, al hombre, que había descuidado de tal manera la tarea que se le había encomendado, el hombre que es un ser tan lleno de fracasos, tan débil? Era el método de Dios de ayudar al hombre, dándole la manera mediante la cual podía alcanzar grandes recompensas, un privilegio que se le había conferido. Nada podíamos hacer para alcanzar nuestra salvación. Nos fué dada como un don o dádiva.Mas ahora el Señor ha dejado expedito un camino mediante el cual podemos recibir recompensas por la fidelidad, es decir, gobierno sobre diez ciudades o cinco; pero la mayor recompensa para nosotros todos, estoy seguro, serán las palabras aprobatorias del Señor que dice: "Bien, buen siervo y fiel." No pensemos de la labor, sino comprendamos que es nuestro gran privilegio, una forma mediante la cual podremos alcanzar su aprobación y dar gloria a su nombre.

4. ¿POR QUE? Porque el mundo está perdido. Camina por la senda ancha que"lleva a la destrucción." Algunos que se encuentran en dicha senda viajan por ella de voluntad. La senda angosta que lleva en dirección opuesta les parece muy angosta, muy limitada, restringida. Otros viajan por ella sin saberlo, con dolor, puesto que la otra senda no se les ha sido señalada.Mas ya sea por la ceguera de la ignorancia, o la ceguera de aquéllos que "tienen ojos, y no ven," es lo mismo, y la destrucción espera a ambos al final del camino. Debemos entonces colocarnos en la encrucijada del camino, señalando la senda que corresponde, y advertir a todos los que están dispuestos a obedecer.


Almas

La visión de una misionera en la India tenebrosa.

Se oyó durante toda la noche el batir quejumbroso de los tambores, y la densa obscuridad palpitaba a mi alrededor. No podía conciliar el sueño, de manera que permanecía tendida en mi lecho, con los ojos abiertos. De repente. un panorama se abrió ante mis ojos:

Me parecía estar en una llanura cubierta de vegetación. A mis pies se abría un abismo de profundidad infinita. Miré, sin alcanzar a divisar el fondo. Flotaban en las profundidades formas negras y grotescas como de nubes, que se arremolinaban y cernían sobre sombrías cavernas y precipicios. Dí un paso atrás, mareada.

Y luego vi la silueta de personas que caminaba n en una fila por la grama. Todas se dirigían al borde del precipicio. Noté especiaImente a una joven. Al acercarse, noté que era ciega. Llegó al borde y dió un paso en el vacío. Aún resuena en mis oídos el grito desgarrador que dió al precipitarse en el abismo.

Luego vi a muchos otros que venian de todas partes.Todos estaban ciegos; todos avanzaban directamente al precipicio. Se oían gritos lastimeros al sentirse caer. Agitaban los brazos, tratando de aferrarse a algo sólido, mas los rodeaba sólo el vacio.Algunos,empero,rodaban al precipicio en silencio, sin gritar.

Y me asombré, con un asombro que era agonía por qué nadie los detenía en el borde. Yo no podía hacerlo. Estaba pegada al suelo y no podía llamarAunque traté de hacerlo varías veces, sólo salía de mi garganta un susurro.

Luego observé a lo largo de la orilla, a intervalos regulares había centinelas Pero la distancia entre los centinelas era muy grande. y nadie protegía a esas brechas. En esas brechas la gente se despeñaba al abismo, ciega y sin que nadie le advirtiera el peligro. Y me parecía que la grama estaba regada de sangre, y que el abismo abría sus fauces, como la boca del infierno.

Luego observé, como remanso de paz, a un grupo de gente bajo unos árboles, que con la espalda hacia el abismo, hacía ramitos de margaritas. A veces, cuando un grito desgarrador hendía el aire, y llegaba a sus oídos, los perturbaba, considerando vulgares los gritos, Y si uno de ellos se encaminaba hacia el abismo y quería hacer algo para ayudar, luego todos los demás se lo impedían. "¿Por qué se conmueve? Después de todo, no ha terminado de hacer los ramos."Y añadían:"Sería egoísta dejarnos para que terminemos solos el trabajo."

Había otro grupo cuyo deseo primordial era enviar más centinelas. Pero descubrieron que muy pocos querían ir, y a veces no había centinelas por una distancia de varios kilómetros a lo largo del borde del precipicio. En cierto momento vi a una joven sola en su lugar, haciendo señas a la gente para que se volviera. Pero la madre y otros familiares la llamaron, recordándole que había llegado el momento de tomar vacaciones.Debía cumplir los reglamentos.Y cansada, y necesitada de un cambio, fué a descansar por un tiempo. Pero ninguno fué enviado para ocupar el lugar que quedaba vacante, y la gente continuaba precipitándose al abismo como cascada de almas.

Cierta vez vi a un joven que se sostenía de una mata, en el mismo borde del abismo. Aferrado con las dos manos, pedía auxilio, pero nadie acudía. Luego la mata cedió, y el joven se precipitó al abismo, sosteniendo entre sus manos crispadas la mata.Y la joven que deseaba volver a su puesto creyó oír el grito del joven,y se puso de pie, pero los demás a su alrededor le reprocharon recordándole que nadie es necesario, en ninguna parte. Manifestaron que estaban seguros que alguien protegería el sitio vacante.Y luego cantaron un himno.Y en medio del himno se oyó así como si los sufrimientos de un millón de corazones quebrantados se condensara en un sollozo. Y el honor de la gran obscuridad me rodeaba,puesto que sabía lo que era: el grito de su sangre. Luego resonó una Voz, la Voz del Señor.Y dijo:"Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano dama a mi desde la tierra."

Resuena aún con intensidad el repicar de los tambores, y la obscuridad me rodea y envuelve. Oigo los gritos destemplados de los participantes en la danza del diablo, y los chillidos de los poseídos del demonio, congregados junto a la puerta exterior.

¿Y qué importa después de todo? Se han repetido durante anos, y seguirán repitiéndose por mucho tiempo en lo porvenir. ¿Por qué preocuparte, entonces?

¡Que Dios nos perdone! ¡Que Dios nos despierte! ¡Que Dios nos avergüence hasta que abandonemos esta insensibilidad, hasta que dejemos nuestros pecados! —Amy Wilson Carmichael, en "Things As They Are."


¿Dónde?

"Y el campo es el mundo."Para ti,para mí,por todo el mundo," "a toda criatura" quizá signifique el África, China o la América del Sur; o quizá nuestro propio país, estado o ciudad. Mas cualesquiera sea el lugar —allende los mares o en su propio país— indudablemente significa que debemos de testificar ante toda persona con la cual establecemos contacto.Tal vez tengamos que hacerlo ante el salvaje, cuyo cuerpo desnudo y pintarrajeado nos ofrece un aspecto horrible y repulsivo; o ante el mercader de ropas mugrientas en el mercado oriental; o ante el devoto del templo, cuya adoración va acompañada de infames ritos paganos; o ante el latinoamericano de ojos tristes,arrodillado ante un crucifijo,adorando a un Cristo muerto, a quien no puede conocer; o quizá ante el hombre sentado al escritorio en la oficina, o el obrero junto a la máquina de su taller, o el carnicero, el alumno en la escuela dominical, el vecino, el hermano, el padre. La persona o el lugar carecen de importancia. Mas el alma del hombre, que corre peligro de perderse, constituye nuestra responsabilidad y nuestra oportunidad.

Si, las almas a quienes podemos llevar a los pies de Cristo nos rodean por todos lados, si tan sólo miramos a nuestro alrededor. En las camas de los hospitales yacen los enfermos, los cansados, los débiles, desalentados, sala tras otra repleta de ellos. Con frecuencia están bien dispuestos a escuchar el mensaje y a leerlo. ¡Qué oportunidades se nos presentan aquí de hablar de Aquel que dijo:"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar;" de testificar de quién "anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él," y que"es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos;" de presentar ante sus ojos"la esperanza bienaventurada" de la iglesia verdadera que abandona este mundo sumido en el dolor y la muerte para ser arrebatada en las nubes, a fin de recibir al Señor en el aire, después de lo cual el Señor "limpiará toda lágrima de los ojos de ellos"! ¿Puede el hombre buscar un sitio más necesitado, o un lugar que ofrezca mayores oportunidades para servir al Maestro? Recordemos que las cárceles están atestadas de aquéllos que están compenetrados de sus necesidades, que ahora tienen tiempo de escuchar el mensaje de la salvación, y meditar en su significado. ¡Qué lugar más apropiado para exaltar a Aquel que amó a los desventurados, a Aquel que aún cuando éramos pecadores murió por nosotros"!"He aquí e! Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."¡Cuántas y variadas son las oportunidades que se nos presentan en los trenes, en las estaciones, en los tranvías Se cuenta de una dulce ancianita de cabellos blancos que a pesar de sus múltiples ocupaciones y sus escasas reservas físicas prefería siempre viajar en tranvía al centro, a fin de realizar trabajo personal entre los viajeros. Después de pedir la dirección divina mediante la oración, la ancianita se sentaba junto a la persona a la cual había sido dirigida por el Señor, y muy pronto comenzaba a dar su testimonio. Empero este ministerio era sólo el comienzo, puesto que por la mañana la ancianita oraba, intercediendo ante el Señor por las personas que figuraban en su lista, hasta que sabía que eran salvas. Ciertamente "aun en la vejez fructificarán." "Dichosos vosotros los que sembráis sobre todas aguas." ¿DONDE? EN TODAS PARTES. En todas partes hay personas tristes, angustiadas, que sufren, desilusionadas. Nos rodean almas que sin nuestro mensaje se pierden, se pierden mientras nosotros tenemos la Palabra que les daría vida. "Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya están blancas para la siega." Juan 4:35.

"Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisaras al impío de su camino para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida." Ezequiel 33:8, 9.


¿Cuando?

Ahora mismo es el momento oportuno. Está dirigido a los pecadores el pasaje de 2 Corintios 6:2 que dice:"He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud." ¿Mas no nos está dirigido también a nosotros, que somos responsables de su salvación? ".Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?" Romanos 10:14. Sí, hoy es el día de salvación," y hoy es e día de nuestra responsabilidad. Quizá te digas "Espero mi nombramiento misionero," o "tengo la esperanza de realizar una gira evangelística este verano," o "no se me presentan oportunidades ahora, pero creo que en el futuro cercano Dios me dará un ministerio." ¿"Mi nombramiento,"este verano,"en el futuro," cuando hay millones de personas a nuestro alrededor, personas por quienes Cristo murió? Alguien ha dicho lo siguiente: "El infierno estará poblado de salvados." ¿Salvado, y en el infierno? Así es, precisamente. El Señor Jesucristo murió por todos. Es el "Cordero de Dios, que quita el pecado (del mundo." "El Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen." ¿Osaremos demorarnos en darles el mensaje de que son salvos? Son salvos, puesto que sus pecados han sido expiados por Jesucristo. Nada se interpone entre el hombre y su Dios, si cree en la obra redentora y la acepta. ¿No podemos acaso darles las buenas nuevas de inmediato? Mañana será quizá demasiado tarde, y otra alma tal vez haya entrado en el infierno simplemente porque nosotros guardamos silencio. ¿Osaremos permitir que otras cosas adquieran preeminencia, o esperaremos hasta que se nos presente una oportunidad mejor? Ayer ocurrió un accidente en el cual perdió la vida un amigo. Una de las camas de la sala del hospital que visitamos estaba vacía. Esta alma que voló a la eternidad, ¿era salva? ¿Conocía al Señor? Lo pensamos tan poco. Tantos mueren diariamente! Mas, ¿en cuánto avaluamos nuestra salvación? ¿Es el alma de nuestro prójimo de menos valor? No,puesto que fué comprada por el mismo precio conque la nuestra fué adquirida, con la sangre preciosa vertida en la cruz del Calvario por el Hijo de Dios.

¿CUANDO? Comencemos de inmediato, con todo empeño la tarea que se nos ha encomendado.Prediquemos la Palabra, instemos a tiempo y fuera de tiempo. Oremos que mientras hablamos, el Espíritu Santo convencerá y despertará a los oyentes. Pidamos al Señor que nos haga conscientes de nuestra responsabilidad,que nos haga comprender el valor de un alma. Golpean a la puerta: otra interrupción. Y hay tantas todos los días. Ojalá los vendedores no vinieran con tanta frecuencia.¿Qué? Quizá sea el Señor que nos envía a nuestras mismas puertas a aquél a quien quiere que le demos la Palabra de vida.

¡Oh, que hubiera una pasión por las almas Un amor que ame de verdad, Un fuego que arda hasta la muerte Encendido de dolor por los demás! ¡Oh, que hubiera en la oración poder triunfante, Que conquiste y convierta al pecador Oración que sea ofrenda y sacrificio De un santo y rendido corazón!
(Continues...)


Excerpted from Evangelismo Personal by Myer Pearlman. Copyright © 2013 Myer Pearlman. Excerpted by permission of ZONDERVAN.
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