El manifiesto redneck rojo: o cómo sacar a Dixie de la oscuridad

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Overview


Trae y Corey volvían en coche de hacer unos monólogos en Atlanta. No se habían presentado ni ocho personas. Además, habían pagado por PayPal, así que hasta dentro de una semana no olerían la pasta. Fue en aquel viaje, entre lamentos de qué hacer con sus vidas, cuando a Trae se le ocurrió la idea de colgar en redes el primero de los hoy ya míticos vídeos del «redneck de izquierdas». Diatribas de no más de tres minutos sobre los clichés y las posturas derechistas estereotípicas de los «sureños» a propósito de la raza, el género, la igualdad, las armas, la religión, etc… Nada más llegar a casa lo grabó, lo colgó en Facebook y se fue a dormir. Al día siguiente tenía setenta mil visitas. El segundo alcanzó la escalofriante cifra de veinticinco millones.
Sus vidas cambiaron de la noche a la mañana. Hoy, cada vez que van a actuar, tienen que colgar el cartel de «no quedan localidades».

 

«Hilarante, sesudo y conmovedor por razones que jamás pensaríais que podrían llegar a conmoverte.»
Whoopi Goldberg

«Haz que alguien te sujete la cerveza ¡y ponte a leer este libro!»
Morgan Spurlock, cineasta y director del documental Super Size Me

«Cualquiera que desee nuevas perspectivas sobre los viejos prejuicios de lo que significa ser un redneck, disfrutará como un enano y se tronchará de risa leyendo estas páginas.»
New York Daily News


Product Details

ISBN-13: 9788419288219
Publisher: Dirty Works
Publication date: 02/24/2022
Sold by: Bookwire
Format: eBook
Pages: 408
File size: 11 MB
Note: This product may take a few minutes to download.
Language: Spanish

About the Author

TRAE CROWDER creció en Celina, Tennessee, un pueblucho dejado de la mano de Dios con más licorerías que semáforos (2-0 en el último recuento). Fue uno de los niños más pobres de la zona, pero también uno de los más listos (algo que él mismo se encarga de señalar que no es ninguna hazaña). Por eso acabó coloreando moléculas en «Educación Especial»; en su pequeño colegio para pobres diablos rústicos no había presupuesto para «superdotados». Decidió dedicarse a la comedia a los doce años, después de ver a Chris Rock en HBO. Ya ni sabe la de veces que ha tenido que ir a ver a su madre, yonqui y traficante, a prisión. Sus vídeos protagonizados por el «Redneck de Izquierdas», virales de la noche a la mañana, le hicieron captar la atención nacional. Lleva cerca de una década girando por el país con sus compañeros de escritura y parranda, los también cómicos sureños Corey y Drew.

COREY RYAN FORRESTER, de Chickamauga, Georgia, empezó a escribir monólogos a los dieciséis, alternando actuaciones en bares sórdidos y clubes nocturnos con los más diversos trabajos: pintor de brocha gorda, minorista, vendedor de motos, recolector de muestras de orina, repartidor de flores a domicilio, empleado de hotel y revendedor de libros de texto. En los últimos tiempos se dedicaba a pintar con espray figuritas del Yeti en Ooltewah y a ayudar a su madre y a su hermana en la panadería familiar. Gracias a la popularidad del «Redneck de Izquierdas» y a la publicación de este libro ha podido comprarse un televisor y retener a su novia que, por lo visto, le quiere. Él cree que no se la merece.

DREW MORGAN más que un «redneck» se considera un «hillbilly»; procede de los Apalaches, de un lugar muy minúsculo en mitad de ninguna parte, la clase de sitio sobre el que los ingleses ruedan documentales. Madre bibliotecaria y padre motero, ferroviario, sindicalista y predicador en una iglesia baptista de Tennessee, con tendencia a abusar de la botella y a votar a los demócratas («¡ateo, pagano, desalmado!). Así les salió la criatura. Su humor ha sido descrito como «un Mark Twain puesto de ácido». Vive en permanente crisis existencial y, si le pones la música que le gusta, baila que da gusto verlo.

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