Erwin Rommel se encuentra en su casa de Herrlingen y dos Generales del Estado Mayor General Alemán, el General Wilhelm Burgdorf y el General Ernst Maisel van a visitarle. Durante una hora o algo más hacen un repaso a la trayectoria militar del Mariscal Rommel y a su relación con Adolf Hitler durante muchos años. Al cabo de un buen rato, los dos Generales acusan a Rommel de haber participado el complot del 20 de Julio para asesinar al Führer, complot también conocido como el de Stauffenberg. Rommel niega su participación en los hechos, pero tras un largo interrogatorio confiesa que él no lo planeó, pero que estaba al corriente de las intenciones de algunos conspiradores y reconoce que no quería que muriera Hitler, pero que estaba de acuerdo con que le juzgaran y encerraran, ya que ese hombre había enloquecido y la guerra estaba perdida. En este periplo se da cuenta de la traición de su adjunto, el General Hans Speidel, aunque se ve atado de pies y manos, ya que le invitan a suicidarse con una cápsula de cianuro si no quiere que su familia termine en un campo de concentración. En esta obra se detalla realmente lo que sintió Rommel por Hitler y sobre todo el gran secreto sobre su participación junto con otros altos mandos de la Wehrmacht para asesinar a Hitler el 20 de Julio de 1.944.