Experimente el corazón de Jesús: Conozca su corazón, sienta su amor

Experimente el corazón de Jesús: Conozca su corazón, sienta su amor

by Max Lucado
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eBook

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Overview

La guía de estudio de Experimenta el corazón de Jesús está diseñado de una manera muy particular para traer a las personas más cerca del corazón y alma de Jesús, y para ayudarlas a tener un entendimiento más profundo sobre cómo su evangelio fluye a través de su relación con nosotros y nuestras relaciones con los demás.

Este libro explora las hermosas cualidades humanas de Jesús que nosotros imitamos para encontrar paz en medio del caos.


Product Details

ISBN-13: 9780718080679
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 10/27/2015
Sold by: HarperCollins Publishing
Format: eBook
Pages: 224
File size: 3 MB
Language: Spanish

About the Author

About The Author

Desde que entró en el ministerio en 1978, MAX LUCADO ha servido en iglesias de Miami, Florida; Río de Janeiro, Brasil; y San Antonio, Texas. Actualmente sirve como ministro de enseñanza de la Iglesia Oak Hills en San Antonio. Ha recibido el Premio Pinnacle 2021 de la ECPA por su destacada contribución a la industria editorial y la sociedad en general. Es el autor inspirador más vendido de Estados Unidos, con más de ciento cuarenta y cinco millones de productos impresos.

Siga su sitio web en librosdelucado.com

Read an Excerpt

Experimenta el Corazón de Jesús

Conoce su Corazón Siente su Amor


By Max Lucado, Carla Palacios

Thomas Nelson

Copyright © 2004 Editorial Caribe, Inc.
All rights reserved.
ISBN: 978-0-7180-8067-9



CHAPTER 1

LECCIÓN 1:


Experimenta el cuidado de Jesús

Cuando veo un rebaño de ovejas veo exactamente eso: un rebaño. Un montón de lana. Una manada de pezuñas. No veo una oveja. Veo ovejas. Todas iguales. Ninguna diferente. Eso es lo que veo. Pero no así el pastor. Para él cada oveja es diferente. Cada cara es especial. Cada cara tiene una historia. Y cada oveja tiene un nombre. La de los ojos tristes, esa es Droopy. Y aquel que tiene una oreja parada y la otra caída, lo llamo Oscar. Y ese pequeño que tiene la mancha negra en la pata, es huérfano y no tiene hermanos. Lo llamo José. El pastor conoce a sus ovejas. Las llama por sus nombres.

Cuando vemos una multitud, vemos exactamente eso: una multitud. Llenando un estadio o inundando un centro de compras. Cuando vemos una multitud, vemos gente, no personas, sino gente. Una manada de humanos. Un rebaño de rostros. Eso es lo que vemos.

Pero no así el Pastor. Para él cada rostro es diferente. Cada cara es una historia. Cada rostro es un niño. Cada niño tiene un nombre. La de los ojos tristes, esa es Sally. Aquel viejito que tiene una ceja levantada y la otra baja, su nombre es Harry. ¿Y ese joven que cojea? Es huérfano y no tiene hermanos. Lo llamo Joey.

El Pastor conoce a sus ovejas. Conoce a cada una por su nombre. El Pastor te conoce. Conoce tu nombre. Y nunca lo olvidará. En las palmas de las manos te tengo esculpida (Isaías 49.16).

Pensamiento sorprendente, ¿no te parece? Tu nombre en la mano de Dios. Tu nombre en los labios de Dios. Tal vez hayas visto tu nombre en algunos sitios especiales. En un premio o un diploma o sobre una puerta de madera de nogal. O quizás hayas escuchado tu nombre de boca de algunas personas importantes: un entrenador, una celebridad, un maestro. Pero pensar que tu nombre está en la mano de Dios y en los labios de Dios ... vaya, ¿será eso posible?

O posiblemente nunca has visto que sea honrado tu nombre. Y no puedes recordar si alguna vez escuchaste que lo mencionaran con gentileza. Si ese es el caso, es posible que te resulte aún más difícil creer que Dios conoce tu nombre.

Pero sí lo conoce. Escrito en su mano. Expresado por su boca. Susurrado por sus labios. Tu nombre. Y no sólo el nombre que ahora tienes, sino el nombre que él te tiene reservado. Un nuevo nombre que te dará ... pero aguarda, me estoy adelantando. Te contaré acerca del nuevo nombre en la última lección que compartiremos esta semana. Esta sólo es la introducción.

Has estado en mi mente al escribir. A menudo he pensado en ti. Sinceramente lo he hecho. A través de los años he llegado a conocer a muchos bastante bien. He leído tus cartas, te he dado un apretón de manos y he observado tus ojos. Creo que te conozco.

Estás ocupado. El tiempo pasa antes que finalicen tus tareas. Y si tienes la oportunidad de leer, es sin duda muy escasa.

Estás ansiosos. Las malas noticias se propagan más rápido que las buenas. Los problemas son más numerosos que las soluciones. Y estás preocupado. ¿Qué piensan los demás de ti? ¿Qué futuro tienen tus hijos aquí en esta tierra? ¿Qué futuro tienes tú?

Eres cauteloso. Ya no confías con tanta facilidad como antes.

Los políticos mintieron. El sistema falló. El ministro transó. Su cónyuge fue infiel. No es fácil confiar. No es que no quieras hacerlo. Simplemente se trata de que quieres ser cuidadoso.

Hay una cosa más. Has cometido algunos errores. Conocí a alguien en una librería de Michigan. Un hombre de negocios, rara vez salías de tu oficina y menos para conocer a un autor. Pero en esa ocasión lo hiciste. Te lamentabas por las muchas horas de trabajo y las pocas horas que pasabas en casa y deseabas hablar.

Y así al escribir, pensé en ti. En todos como tú. No eres malicioso. No eres malvado. No eres de corazón duro, (a veces de cabeza dura, pero no de corazón duro). Realmente deseas hacer lo correcto. Pero a veces la vida da un vuelco para peor. Muchas veces nos hace falta un recordatorio. No un sermón. Un recordatorio. Un recordatorio de que Dios conoce tu nombre.


EXPERIMENTA EL CUIDADO DE JESÚS ESTA SEMANA

Antes de seguir leyendo, dedica un momento a la oración:

Querido Padre, admito que no estoy seguro de entender cuánto te preocupas por mí en realidad. Y aún se me hace más difícil captar la idea de que tienes mi nombre muy presente en tus pensamientos. Así que ansiosamente espero la semana por venir; sentir el gentil toque de Jesús. Quiero comprender tu preocupación por mí. Quiero saber que me sostendrás si tropiezo. Quiero que alivies el gran dolor en mi corazón. Estoy listo, Padre. Déjame experimentar el cuidado de Jesús. Amén.

Esta semana, memoriza este recordatorio de que Dios cuida de ti: «Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él». 1 Corintios 8.3


Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Salmo 55.22

Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien. Salmo 13.6


DÍA 1 – AQUÉL EN QUIEN SE PUEDE CONFIAR


HAZ LA PREGUNTA DIFÍCIL

He aquí una gran pregunta: ¿Qué está haciendo Dios cuando estamos en aprietos? ¿Dónde está Dios cuando la vida comienza a desmoronarse? ¿Cuándo el bote salvavidas comienza a llenarse de agua? ¿Cuándo el cordón de apertura nos cierra el paso? ¿Cuándo al final queda la última esperanza? ¿Qué está haciendo Dios entonces?

Yo sé lo que la mayoría de nosotros hacemos. Nos mordemos las uñas como quien muerde lo último de los granos en la mazorca de maíz. Caminamos impacientemente de un lado a otro. Tomamos píldoras. Sé lo que hacemos.

Pero, ¿qué hace Dios? Gran pregunta. Realmente difícil. Si Dios está durmiendo, soy pan comido. Si está riéndose, estoy perdido. Si está cruzado de brazos y moviendo la cabeza negativamente, entonces, amigo, corta la rama ... es momento de estrellarse.

¿Qué está haciendo Dios?

1. ¿Acaso le importa a Dios? Esto es algo que nos preguntamos, ya sea que lo expresemos verbalmente o no. Cuando parece que todo se viene abajo a nuestro alrededor, podemos estar seguros que no somos los primeros en preguntarnos si a Dios le importa. Lee los siguientes pasajes y explica cómo las experiencias de Pablo se relacionan con las tuyas.

2 Corintios 1.8 – «Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida». ________________________________________________________ ________________________________________________________

2 Corintios 4.8-9 – «Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos». ________________________________________________________ ________________________________________________________

2 Corintios 12.10 – «Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte». ________________________________________________________ ________________________________________________________


EL CUIDADO DE DIOS EN ACCIÓN

Pues bien, ¿qué crees que hace Dios cuando estamos en algún apuro? Esa pregunta se puede responder con una sola palabra: lucha. Él lucha por nosotros. Entra en el cuadrilátero y nos indica que vayamos a nuestra esquina y se hace cargo. «Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos» (Éxodo 14.14). Su trabajo es luchar; el nuestro, es confiar.

Sólo confiar. No dirigir. Ni cuestionar. Ni quitarle el timón de sus manos. Nuestro trabajo es orar y esperar. No es necesario hacer nada más. No podemos hacer nada más.

«Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré» (Salmo 62.6).

2. Aunque lo mejor es no interponerse en el camino de Dios cuando estamos abrumados por las circunstancias en que nos encontramos, no siempre es fácil sentarse al costado del camino. ¿Cuáles de las siguientes declaraciones encuentras que son ciertas en tu vida? (Marca con una equis las que aplican.)

[] Dejar que Dios se haga cargo es más fácil de decir que de hacer.

[] Mi primera reacción es tratar de arreglar mis problemas por mi cuenta.

[] Tratar de manejar las cosas yo mismo a menudo empeora la situación.

[] El ofrecimiento de liberación por parte de Dios me da una sensación de alivio y de gratitud.

3. No hay parecido posible cuando comparamos nuestras capacidades con los recursos de Dios. Lee los siguientes versículos y escribe lo que aprendes acerca del poder de Dios.

1 Crónicas 29.12 – «Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder; y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos». ________________________________________________________ ________________________________________________________

Jeremías 27.5 – «Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la di a quien yo quise». ________________________________________________________ ________________________________________________________


ENCOMENDÁNDONOS A SU CUIDADO

Estoy de pie a seis pasos del borde de la cama. Mis brazos extendidos. Manos abiertas. Sobre la cama Sara, con sus cuatro años, agachada, adopta una pose cual gatito juguetón. Va a saltar. Pero no está lista. Estoy demasiado cerca.

-Más atrás, papi -de pie me desafía.

Dramáticamente accedo, confesando admiración por su valor. Luego de dar dos pasos gigantes me detengo.

-¿Más? -le pregunto.

-¡Sí! -chilla Sara, saltando sobre la cama.

Ante cada paso se ríe, aplaude y hace ademanes pidiendo más. Cuando estoy del otro lado del cañón, cuando estoy fuera del alcance del hombre mortal, cuando sólo soy una pequeña figura en el horizonte, ella me detiene.

-Allí, deténte allí.

-¿Estás segura?

-Estoy segura -grita ella.

Extiendo mis brazos. Una vez más ella se agacha, luego brinca. Superman sin capa. Paracaidista sin paracaídas. Sólo su corazón vuela más alto que su cuerpo. En ese instante de vuelo su única esperanza es su padre. Si él resulta débil, se caerá. Si resulta cruel, se estrellará. Si resulta olvidadizo, dará tumbos contra el duro piso.

Pero no conoce tal temor, porque a su padre sí lo conoce. Ella confía en él. Cuatro años bajo el mismo techo le han convencido de que es confiable. No es sobrehumano, pero es fuerte. No es santo, pero es bueno. No es brillante, pero no es necesario que lo sea para recordar atrapar a su hija cuando salta.

De modo que vuela.

De modo que remonta.

De modo que la atrapa y los dos se regocijan ante la unión entre la confianza de ella y la fidelidad de él.

4. ¿Cuáles de las siguientes declaraciones son verdaderas en lo concerniente a la liberación de Dios, y cuáles son falsas? Marca tus respuestas como Verdadero (V) o Falso (F). Usa los versículos bíblicos a continuación para que te ayuden a contestar.

___ Dios muestra su amor por nosotros librándonos en las pruebas. (Salmo 109.21)

___ A menudo, poner nuestra confianza en nosotros o en los demás es una buena estrategia. (Salmo 146.3)

___ Algunas pruebas son demasiado difíciles de manejar para Dios. (Lucas 1.37)

___ Dios nos ayudará sólo si primero nos ayudamos a nosotros mismos. (2 Corintios 1.9-10).


SU CUIDADO ES SUFICIENTE

¿Cómo sé que esto es verdad? ¿Cómo sé que su cuidado es suficiente? Lindas palabras, pero necesito hechos. ¿Cómo sé que estas no son sólo esperanzas descabelladas?

Parte de la respuesta puede hallarse en los saltos de fe de Sara. Su hermana mayor, Andrea, estaba en la habitación mirando, y le pregunté a Sara si brincaría a los brazos de Andrea. Sara se negó. Intenté convencerla. No cedía.

-¿Por qué no? -le pregunté.

-Sólo salto a brazos grandes.

Si pensamos que los brazos son débiles, no saltaremos.

Por eso, el Padre flexionó sus músculos. «El poder de Dios es muy grande para los que creen», enseñaba Pablo. «Ese poder es como la acción de su fuerza poderosa, que ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos» (Efesios 1.19–20, NVI).

La próxima vez que te preguntes si Dios puede rescatarte, lee ese versículo. Los mismos brazos que vencieron a la muerte son los que te están aguardando.

La próxima vez que te preguntes si Dios te puede perdonar, lee ese versículo.

Las mismas manos que clavaron a la cruz están abiertas para ti.

Y la próxima vez que te preguntes si sobrevivirás al salto, piensa en Sara y en mí. Si un padre cabeza dura de carne y hueso como yo puede atrapar a su hija, ¿no te parece que tu Padre eterno puede atraparte a ti?

5. Lee los siguientes versículos. Luego, parea el versículo con lo que aprendes acerca de la preocupación Dios por ti.

___ Salmo 10.14 a. Él siempre ayuda en momentos de tribulación.

___ Salmo 34.15 b. Él nos hará fuertes y nos apoyará.

___ Salmo 46.1 c. Él escucha nuestras oraciones.

___ Isaías 41.10 d. Él nos ayuda cuando nos sentimos como huérfanos.


LA MÉDULA DEL ASUNTO

* Si no estás seguro de qué debes hacer, permite que Dios se ponga a la cabeza.

* Dios peleará por nosotros. Sólo necesitamos confiar.

* El poder de Dios es muy grande para aquellos que creen.


Dedica unos momentos a revisar el versículo bíblico a memorizar para este mes. Escribe aquí 1 Corintios 8.3.


EL CORAZÓN DE JESÚS

Jesús era un narrador de parábolas y sus historias llegaron al corazón mismo de sus oyentes. ¿Puedes verte en la parábola de la oveja perdida? ¿Eres una de las noventa y nueve a salvo dentro del redil de la fe? ¿O eres la que deambula, la perdida, la que está fuera?

Esa oveja solitaria y rezagada, que tropieza en la oscuridad con una maraña de emociones y temores cada vez mayores. Con ojos nostálgicos y las mejillas manchadas por las lágrimas, caminas sin rumbo. Sin estar segura de tu camino, deseas la dirección de la vara del pastor.

Cojeando, anhelas el toque gentil del pastor.

Entonces tus oídos se vuelven al sonido de una voz que llama tu nombre.

El alivio inunda tu cansado corazón cuando el pastor te levanta sobre sus hombros. Lágrimas de gratitud llenan tus ojos cuando él sana tus golpes y magulladuras. La Biblia dice que todos, como ovejas, nos hemos extraviado.

Pero Jesús nos llama, nos cuida y nos lleva a casa.

Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre; Líbrame, porque tu misericordia es buena. Salmo 109.21

Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. Isaías 40.11

A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano. Salmo 10.14

... y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, Efesios 1.19

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5.7


(Continues...)

Excerpted from Experimenta el Corazón de Jesús by Max Lucado, Carla Palacios. Copyright © 2004 Editorial Caribe, Inc.. Excerpted by permission of Thomas Nelson.
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Table of Contents

Contents

INTRODUCCIÓN, VI,
Lección 1: EXPERIMENTA EL CUIDADO DE JESÚS, 1,
Día 1 – Aquél en quien se puede confiar, 2,
Día 2 – Aquél que provee, 5,
Día 3 – Aquél que tiene el control, 9,
Día 4 – Aquél que satisface, 13,
Día 5 – Aquél con un plan para usted, 16,
Lección 2: EXPERIMENTA LA PAZ DE JESÚS, 21,
Día 1 – Jesús bajo presión, 22,
Día 2 – Escucha la voz de Dios, 26,
Día 3 – Paz en el dolor, 29,
Día 4 – Del temor a la fe, 33,
Día 5 – El final del viaje, 37,
Lección 3: EXPERIMENTA LA GRACIA DE JESÚS, 41,
Día 1 – Necesitamos gracia, 42,
Día 2 – Dios al rescate, 46,
Día 3 – Los indigentes reales, 50,
Día 4 – Cómo funciona la gracia, 54,
Día 5 – Gracia suficiente, 58,
Lección 4: EXPERIMENTA LA LIBERTAD DE JESÚS, 63,
Día 1 – El equipaje de la vida, 64,
Día 2 – Libres de la necesidad, 67,
Día 3 – Libres de la desesperanza, 71,
Día 4 – Libres del temor, 75,
Día 5 – Libres de la vergüenza, 79,
Lección 5: EXPERIMENTA EL GOZO DE JESÚS, 85,
Día 1 – Deleite sagrado, 86,
Día 2 – La alegría de Dios, 89,
Día 3 – La condición del corazón, 93,
Día 4 – El reino de lo absurdo, 96,
Día 5 – Con destino a casa, 100,
Lección 6: EXPERIMENTA EL AMOR DE JESÚS, 105,
Día 1 – Donde se encuentran el amor y la justicia, 106,
Día 2 – Corazones honestos, 110,
Día 3 – El peso del odio, 115,
Día 4 – Un amor que puedes compartir, 119,
Día 5 – Lo que realmente queremos saber, 123,
Lección 7: EXPERIMENTA EL PODER DE JESÚS, 129,
Día 1 – Todo lo que necesito es un milagro, 130,
Día 2 – El poder de una tímida oración, 133,
Día 3 – Cuando no nos queda de dónde elegir, 137,
Día 4 – Elpoder de Jesús sobre la muerte, 141,
Día 5 – La galería del removedor de piedras, 145,
Lección 8: EXPERIMENTA EL PERDÓN DE JESÚS, 149,
Día 1 – Considera el costo, 150,
Día 2 – Su elección, 152,
Día 3 – Nuestra elección, 156,
Día 4 – Vestidos en Cristo, 159,
Día 5 – ¿Qué dejarás tú en la cruz?, 162,
Lección 9: EXPERIMENTA LA ORACIÓN DE JESÚS, 167,
Día 1 – El observatorio, 168,
Día 2 – El trono, 172,
Día 3 – El clóset, 176,
Día 4 – La cocina, 179,
Día 5 – La capilla, 183,
Lección 10: EXPERIMENTA LA ESPERANZA DE JESÚS, 189,
Día 1 – El comienzo de la mejor etapa de nuestras vidas, 190,
Día 2 – Espera expectante, 195,
Día 3 – Hecho de nuevo, 198,
Día 4 – Ver a Jesús, 202,
Día 5 – Cruzar el umbral, 206,

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