Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año
Mantener una consistencia diaria en la vida de oración no es siempre fácil. El libro Gracia para todo momento, volumen I demuestra a sus lectores que sí es posible tener un tiempo devocional. Ahora llega Gracia para todo momento, volumen II. Este libro de devocionales diarios para un año ofrece cautivadores relatos de inspiración, poder, y esperanza que le inspirarán aun durante los días más atareados. Lucado, el autor inspiracional de América, nuevamente nos ayuda con nuestro caminar diario llenando cada lectura con fotografías que nos inspirarán a vivir una vida llena de gracia. Así como en el volumen I, fotografías a todo color añaden un toque especial a esta colección.
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Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año
Mantener una consistencia diaria en la vida de oración no es siempre fácil. El libro Gracia para todo momento, volumen I demuestra a sus lectores que sí es posible tener un tiempo devocional. Ahora llega Gracia para todo momento, volumen II. Este libro de devocionales diarios para un año ofrece cautivadores relatos de inspiración, poder, y esperanza que le inspirarán aun durante los días más atareados. Lucado, el autor inspiracional de América, nuevamente nos ayuda con nuestro caminar diario llenando cada lectura con fotografías que nos inspirarán a vivir una vida llena de gracia. Así como en el volumen I, fotografías a todo color añaden un toque especial a esta colección.
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Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año

Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año

by Max Lucado
Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año

Gracia para todo momento volumen II: Más pensamientos inspiradores para cada día del año

by Max Lucado

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Overview

Mantener una consistencia diaria en la vida de oración no es siempre fácil. El libro Gracia para todo momento, volumen I demuestra a sus lectores que sí es posible tener un tiempo devocional. Ahora llega Gracia para todo momento, volumen II. Este libro de devocionales diarios para un año ofrece cautivadores relatos de inspiración, poder, y esperanza que le inspirarán aun durante los días más atareados. Lucado, el autor inspiracional de América, nuevamente nos ayuda con nuestro caminar diario llenando cada lectura con fotografías que nos inspirarán a vivir una vida llena de gracia. Así como en el volumen I, fotografías a todo color añaden un toque especial a esta colección.

Product Details

ISBN-13: 9780718081461
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 11/24/2015
Sold by: HarperCollins Publishing
Format: eBook
Pages: 400
File size: 11 MB
Note: This product may take a few minutes to download.
Language: Spanish

About the Author

About The Author

Desde que entró en el ministerio en 1978, MAX LUCADO ha servido en iglesias de Miami, Florida; Río de Janeiro, Brasil; y San Antonio, Texas. Actualmente sirve como ministro de enseñanza de la Iglesia Oak Hills en San Antonio. Ha recibido el Premio Pinnacle 2021 de la ECPA por su destacada contribución a la industria editorial y la sociedad en general. Es el autor inspirador más vendido de Estados Unidos, con más de ciento cuarenta y cinco millones de productos impresos.

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Gracia Para Todo Momento Volume II

Más Pensamientos Inspiradores Para Cada Día Del Ano


By Max Lucado

Grupo Nelson

Copyright © 2006 Grupo Nelson
All rights reserved.
ISBN: 978-0-7180-8146-1


CHAPTER 1

Enero

He optado por el camino de la fidelidad, he escogido tus juicios.

— Salmo 119.30


Empacado para un propósito

Los ha llenado de gran sabiduría.

Éxodo 35.35, NVI


Tú naciste preempacado. Dios miró tu vida entera, determinó tu misión, y te dio las herramientas para hacer el trabajo.

Antes de salir de viaje, tú haces algo similar. Al hacer las maletas, consideras las necesidades del viaje. ¿Hará frío? Incluyes una chaqueta. ¿Una reunión de negocios? No olvidar la computadora portátil. ¿Vas a pasar un tiempo con los nietos? Mejor que te lleves unos zapatos deportivos y unas tabletas para los dolores musculares.

Dios hizo lo mismo contigo. Joe investigará la vida de los animales ... instalémosle la curiosidad. Meagan dirigirá una escuela privada ... necesita una dosis extra de capacidad administrativa. Necesito que Eric consuele a los enfermos ... debo incluir una dosis saludable de compasión. Denalyn se casará con Max ... doble porción de paciencia.

Dios te empacó a propósito para un propósito.

Cura para la vida común


El Señor está conmigo

Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.

Salmo 23.4, NVI


«Tú estarás conmigo».

Sí, Señor, tú estás en los cielos. Sí, tú gobiernas el universo. Sí, te sientas por sobre las estrellas y haces tu hogar en lo profundo. Pero sí, sí, sí, tú estarás conmigo.

El Señor está conmigo. El Creador está conmigo. Jehová está conmigo.

Moisés lo proclamó: «¿Qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?» (Deuteronomio 4.7, RVR).

Pablo lo anunció: «No está lejos de cada uno de nosotros» (Hechos 17.27, RVR).

Y David lo descubrió: «Tú estás conmigo».

En algún lugar en la pradera, en el desierto o en el palacio, David descubrió que Dios hablaba en serio cuando dijo:

«No te dejaré» (Génesis 28.15, RVR).

Aligere su equipaje


Cargado con amor

Él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión.

Salmo 103.4, NVI


Ya es hora de dejar que el amor de Dios cubra toda tu vida. Todos los secretos. Todas las heridas. Todas las horas de dolor, todos los minutos de preocupación.

¿Las mañanas que te despertaste en un lecho ajeno? Su amor las cubrirá.

¿Los años que rebosabas de orgullo y prejuicio? Su amor los cubrirá. Todas las promesas rotas, las drogas que consumiste, cada céntimo que robaste, cada insulto, cada palabra dura, cada maldición. Su amor cubre todo.

Permite que así sea. Descúbrelo con el salmista: «El que te corona de favores y misericordias» (Salmo 103.4, RVR). Imagínate un camión de la basura gigante lleno de amor. Tú estás detrás. Dios sube la plataforma y el amor comienza a deslizarse. Primero va despacio, después más y más rápido, hasta que quedas enterrado por completo. Su amor te cubrió por entero.

«Hey, ¿dónde estás?», pregunta alguien.

«Aquí, cubierto de amor».

Deja que su amor cubra todas las cosas.

Un amor que puedes compartir


El autor de la vida

El muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.

Lucas 7.15, NVI


Las plañideras fúnebres no hicieron que se detuviera. Ni tampoco la gran muchedumbre, ni el cuerpo del muerto sobre la camilla.

Fue la mujer: la expresión de su rostro y la rojez de sus ojos. Él se dio cuenta de inmediato de lo que sucedía. Ese que llevaban hacia las afueras era su hijo, su único hijo. Si alguien conoce el dolor que acarrea la pérdida de un hijo único, es Dios mismo.

Por tanto hizo lo que hizo: entró en acción. «No llores», le dijo a la madre. «¡Levántate!», le dijo al hijo. El muerto habló, el diablo huyó y la gente recordó esta verdad: Para aquellos que conocen al autor de la vida, la muerte no es más que el truco del hombre muerto en el simulacro de Satanás.

Dios se acercó


El trabajo honra a Dios

Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.

Eclesiastés 9.10, NVI


El almanaque del cielo tiene siete domingos por semana. Dios santifica cada día. Él realiza su santa labor a toda hora y en todo lugar. Él hace extraordinario lo común al convertir en santuarios los fregaderos, en conventos los cafés, y en aventuras espirituales las jornadas laborales de ocho horas.

¿Jornadas laborales? Sí, jornadas laborales. Él ordenó el trabajo suyo como algo bueno. Antes de dar a Adán una esposa o un hijo, aun antes de cubrir su desnudez, Dios le dio un trabajo.

«Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase» (Génesis 2.15, RVR). La inocencia, no la indolencia, caracterizó a la primera familia.

Dios ve el trabajo conforme a su propio mandamiento inscrito en las tablas de la ley: «Seis días trabajarás, mas en el séptimo día descansarás» (Éxodo 34.21, RVR). De ese versículo, nos gusta la segunda mitad. Pero el énfasis en el día de descanso puede hacernos ignorar el mandamiento de trabajar: «Seis días trabajarás». No importa si tú trabajas en tu hogar o en el mercado, tu trabajo es importante para Dios.

Cura para la vida común


Momentos milagrosos

Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo.

Colosenses 2.9, NVI


Jesús no era un dios parecido al hombre, ni un hombre parecido a Dios. Era Dios hombre.

Un carpintero le sirvió de partero.

Una joven común y corriente lo bañó.

El hacedor del mundo con un ombligo.

Al autor de la Torá le enseñaron la Torá.

Humano celestial. Y porque lo fue, nos quedamos rascándonos la cabeza, medio pasmados, preguntándonos: «¿Qué hay de malo en este cuadro?» Momentos como estos:

Un lisiado patrocina la danza del pueblo.

La merienda de un niño satisface cinco mil barrigas.

Además, una tumba: vigilada por soldados, sellada con una roca, y sin embargo, un hombre que lleva tres días muerto la abandona.

¿Qué hacemos con tales momentos?

¿Qué hacemos con tal persona? Aplaudimos a la gente por hacer cosas buenas. Adoramos a Dios por hacer grandes cosas. Pero, ¿qué cuando un hombre hace cosas de Dios?

Una cosa es segura: no podemos hacer caso omiso de ese hombre.

Mi Salvador y vecino


Necesitamos un Dios grande

En otra ocasión, Dios habló con Moisés y le dijo: «Yo soy el Señor ...»

Éxodo 6.2, NVI


Los israelitas consideraban el nombre Jehová demasiado santo para ser pronunciado por labios humanos. Cuando necesitaban decirlo, sustituían la palabra por Adonai, que significa Señor. Si era necesario escribir el nombre, los escribas se bañaban antes de escribirlo, y luego destruían la pluma.

Dios nunca dio una definición de la palabra Jehová, y Moisés nunca la pidió. Muchos eruditos quisieran que lo hubiera hecho, porque el estudio del nombre ha suscitado algunas discusiones saludables.

El nombre YO SOY suena muy parecido al verbo hebreo ser, havah. Es muy probable que se trate de una combinación de la forma del tiempo presente (Yo soy) y el tiempo causativo (Yo hago ser). Jehová, entonces, parece significar «YO SOY» y «Yo causo». Dios es «El que es» y «El que causa».

Aligere su equipaje


Un yugo de bondad

Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.

Mateo 11.29, NVI


Los campesinos del antiguo Israel solían entrenar a un buey sin experiencia uniéndolo a otro buey con experiencia usando un arnés de madera en el mismo yugo. Las tiras de cuero que rodeaban al animal más viejo estaban muy apretadas. Él llevaba la carga. En cambio, el yugo que rodeaba al animal más joven estaba más flojo. Caminaba junto al buey más maduro, pero su carga era ligera.

En este versículo Jesús nos dice: «Yo camino a tu lado. Estamos unidos en el mismo yugo. Pero yo llevo el peso y la carga».

A veces me pregunto cuántas cargas Jesús está llevando por nosotros que ni siquiera sospechamos. Sabemos de algunas. Carga con nuestro pecado. Lleva nuestra vergüenza. Carga con nuestra deuda eterna. Pero ¿habrá otras cargas? ¿Nos habrá librado de temores antes de llegar a sentirlos? ¿Habrá cargado con nuestra confusión para que no tuviéramos que hacerlo nosotros? ¿Y qué de las veces que nos hemos sorprendido con un sublime sentimiento de paz? ¿Sería que Jesús levantó nuestra ansiedad sobre sus hombros y puso un yugo de bondad sobre nosotros?

Un amor que puedes compartir


Nuestro Cristo compasivo

— Padre — dijo Jesús —, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

Lucas 23.34, NVI


¿Te has preguntado alguna vez cómo fue que Jesús pudo mantenerse sin tomar represalias contra la multitud que lo mató? ¿Te has preguntado alguna vez cómo hizo para no perder los estribos? Aquí está la respuesta. Es la segunda parte de su declaración: «Porque no saben lo que hacen». Es como si Jesús considerara a esa multitud sedienta de sangre y hambrienta de muerte, como si fueran víctimas y no como asesinos. Es como si en sus rostros Él viera confusión en vez de odio. Como si Él los considerara no como una turba militante, sino tal como Él los llamó: como «ovejas sin pastor».

«Ellos no saben lo que hacen».

Y cuando tú piensas sobre esto te das cuenta de que ellos no pensaron. No tenían ni la más leve idea de lo que estaban haciendo. Era una turba enloquecida, fuera de control, furiosa con algo que no podía ver, así que llevó las cosas demasiado lejos, toda la gente. Pero ellos no sabían lo que estaban haciendo.

Con razón lo llaman el Salvador


Dirigido a casa

Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor.

Efesios 1.4, NVI


Buscá a Carinette entre todos los rostros de aquel orfanato de Haití. La niña con la nariz larga y cabello enredado que tiene un puñado de fotos. Las fotografías muestran imágenes de su futura familia. Ella ha sido adoptada.

Sus padres adoptivos son amigos míos. Ellos le llevaron esas fotos, un oso de peluche, golosinas alimenticias y galletas. Carinette compartió los manjares y solicitó al director que le guardara su oso, pero siempre lleva consigo las fotografías. Así recuerda su futuro hogar. En un mes, a más tardar dos, estará allí. Ella sabe que el día llegará. Cualquiera de estos días su padre entrará por esa puerta. Él prometió que volvería por ella. Vino la primera vez para reclamarla y volverá para llevarla a su nuevo hogar. Hasta ese momento vivirá con el corazón orientado al hogar.

¿No deberíamos todos vivir así? Nuestro Padre también vino a visitarnos. ¿Acaso no hemos sido reclamados por Él? ¿Adoptados también? Dios te buscó. Antes de que supieras que necesitabas ser adoptado(a), Él ya había llenado los documentos y decorado tu habitación.

Acércate sediento


El regalo de la elección

He optado por el camino de la fidelidad, he escogido tus juicios.

Salmo 119.30, NVI


Podemos elegir:

• una puerta angosta o una puerta ancha (Mateo 7.13-14),

• un camino angosto o un camino ancho (Mateo 7.13-14),

• una muchedumbre o la compañía de pocos (Mateo 7.13-14).


Nosotros podemos decidir:

• construir sobre la roca o sobre la arena (Mateo 7.24-27),

• servir a Dios o a las riquezas (Mateo 6.24),

• estar entre los corderos o entre las cabras (Mateo 25.32-33).


Dios permite elecciones eternas, y tales elecciones tienen consecuencias para la eternidad. ¿Uno de los más grandes regalos de Dios? El regalo de la elección.

Él escogió los clavos


Pida y crea

Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.

Mateo 21.22, NVI


««Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración».

No reduzcamos esta grandiosa afirmación a la categoría de los autos nuevos y los cheques grandes. No limitemos la promesa de este pasaje al egoísmo de los favores y caprichos. El fruto que Dios nos garantiza es mucho más grande que las riquezas de esta tierra. Sus sueños son más grandiosos que las propuestas o promociones.

Dios quiere que vueles. Que vueles liberándote de la culpa del día de ayer. Quiere que vueles liberándote de los miedos del día de hoy. Que vueles liberándote de la tumba del día de mañana. Pecado, miedo y muerte. Son las montañas que Él ha movido. Son las oraciones que responderá. Es el fruto que nos dará. Es lo que Él anhela hacer.

Y los ángeles guardaron silencio


Él vive en ti

Con este fin trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí.

Colosenses 1.29, NVI


Dios estuvo con Adán y Eva, y caminó con ellos al aire del día. Dios estuvo con

Abraham, e incluso llamó amigo al patriarca.

Dios estuvo con Moisés y los hijos de Israel. Los padres señalaban a sus hijos el fuego en la noche y la nube en el día. Ellos podían asegurar: Dios está con nosotros. Entre los querubines del arca, en la gloria del templo, Dios estaba con su pueblo. Estaba con los apóstoles. Pedro pudo tocar la barba de Dios. Juan vio dormir a Dios. Multitudes oyeron su voz.

¡Dios estaba con ellos!

Él está en ti. Tú eres la María de los tiempos modernos. Incluso más. Él fue un feto dentro de ella, pero es un poder en ti.

Él hará lo que tú no puedes. Imagínate depositar en tu cuenta bancaria un millón de dólares. Para cualquier observador parecerás el mismo, excepto por la sonrisa bobalicona, pero, ¿serás el mismo? ¡Absolutamente no! Con Dios en ti, ¡ahora tienes un millón de recursos que antes no tenías! ¿No puedes dejar de preocuparte? Cristo puede. Y Él vive dentro de ti. ¿No puedes perdonar el tirón, olvidarte del pasado, o abandonar tus malos hábitos? ¡Cristo puede! Y Él vive dentro de ti.

Mi Salvador y vecino


Milagros divinos

Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.

Juan 1.3, NVI


Desde donde estoy escribiendo puedo ver varios milagros.

Hay olas de crestas blancas que rompen en la playa con rítmica regularidad. Una tras otra, las oleadas de agua salada ganan impulso, avanzan, se elevan y luego se detienen como si saludaran a la playa antes de romper sobre la arena. ¿Cuántos miles de millones de veces se ha repetido este simple misterio desde el comienzo de los tiempos?

A la distancia veo un milagro de colores. Azules mellizos. El azul del océano Atlántico se encuentra con el pálido celeste del cielo, separados solo por la línea del horizonte.

Milagros. Divinos milagros.

Son milagros porque son misterios. ¿Puede explicarlos la ciencia? Sí. ¿Puede reproducirlos? Hasta cierto punto.

Pero siguen, sin embargo, siendo misterios. Son eventos que van más allá de nuestro entendimiento y tienen su origen en otro plano. Son tan divinos como las aguas del mar separadas abriendo camino en medio, como los inválidos que caminan, como las sepulturas vacías.

Dios se acercó


Conoce tu destreza

Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie.

Gálatas 6.4, NVI


Dios nunca produce seres humanos en masa o prefabricados. No los forma a la ligera. «He aquí, yo hago nuevas todas las cosas», declara (Apocalipsis 21.5, RVR). No te dio la maleta de tu abuelo ni la vida de tu tía; te empacó en forma personal y deliberada.

Cuando vives según el equipaje que Dios te dio, descubres un gozo extraordinario. ¿Nunca has visto ejemplos de esto?

Tú eres capaz de hacer algo que nadie más puede en una forma en que ningún otro puede. Explorar y extraer tu singularidad te entusiasmará, darás honra a Dios, y extenderás su reino. De modo que «cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie» (Gálatas 6.4, NVI).

Descubre y despliega tus habilidades.

Cuando rindes el máximo haciendo lo que mejor sabes hacer, pones una sonrisa en el rostro de Dios. ¿Qué podría ser mejor que eso?

Cura para la vida común


Agua de la vida eterna

Pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

Juan 4.14, NVI


¿Recuerdas las palabras de Jesús a la mujer samaritana? «Pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna» (Juan 4.14, NVI). Jesús ofrece, no un trago de agua excepcional, sino un pozo artesiano perpetuo. Y el pozo no es un hueco en el patio sino que es el Espíritu Santo de Dios en nuestro corazón.

«Si alguno cree en mí, ríos de agua viva fluirán del corazón de esa persona, como dice la Escritura». Jesús estaba hablando del Espíritu Santo. El Espíritu todavía no había venido porque Jesús aun no había sido ascendido a la gloria. Pero más tarde, los que creyeron en Jesús recibirían el Espíritu (Juan 7.38-39).

En este versículo, el agua representa al Espíritu de Jesús actuando en nosotros. No está trabajando para nuestra salvación; ese trabajo ya está hecho. Está trabajando para cambiarnos.

Él escogió los clavos


Una vida libre de preocupaciones

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Filipenses 4.6, NVI


Mira a tu alrededor. Sí, tienes muchas razones para preocuparte. El sol irradia rayos cancerígenos. Los sistemas de refrigeración arrojan al aire partículas microscópicas que congestionan los pulmones. Las papas fritas tienen demasiados carbohidratos. Los vegetales tienen demasiadas toxinas. A propósito, ¿por qué tienen que llamar «terminales» a los aeropuertos? ¿Por qué el piloto dice a los pasajeros «estamos a punto de hacer nuestro descenso final»? Incluso en tierra, el asistente de vuelo nos advierte que debemos permanecer sentados hasta que la aeronave se detenga «por completo». ¿Acaso hay otros aviones que pueden detenerse de forma parcial o a medias?


(Continues...)

Excerpted from Gracia Para Todo Momento Volume II by Max Lucado. Copyright © 2006 Grupo Nelson. Excerpted by permission of Grupo Nelson.
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