La Mansión Rathbone despertó con el llanto estridente de su criada. La agudeza de su voz fue tan fuerte que se pudo escuchar en toda la mansión. Era la clase de llanto como cuando sabes que tu vida tal como la conoces va a cambiar. Esto hizo inquietar a todos acerca de lo que había sucedido. Ellos no podrían haber imaginado el horror que estaban a punto de experimentar.
Todos corrieron hacia la habitación en donde se encontraba la criada gritando. Lo que vieron fue increíble. Se conmovieron al encontrar que el Sr. Gregory Brown estaba muerto y todo su cuerpo estaba cubierto de sangre. La sangre y la descomposición eran evidentes en la habitación y les provocó náuseas a todos en consecuencia. No habían olido mucha descomposición o muerte en su mundo mimado. Había un fuerte hedor a lo largo de la toda la habitación. Esto se debía al rigor mortis que ya se había asentado. Esto llevó a la deducción de que estaba muerto desde hace un tiempo.
¡Lo que era aún más sorprendente es que la Sra. Brown también se encontraba recostada al lado del cuerpo! Al principio todos pensaron que ella también estaba muerta, pero rápidamente se hizo evidente que estaba viva y no había gritado por ayuda. Sus manos estaban cubiertas de sangre, y en una de ellas sostenía un cuchillo. Ella no intentó defenderse o contarle a alguien lo que ocurrió. Si simplemente hubiera dicho algo, quizás su suerte habría sido diferente; pero por el contrario, ella permaneció en silencio y no dijo ni una sola palabra en su defensa.
