Claire creía que su antiguo empleo como asistente personal del Diablo era el peor de todos. ¡Cielos!, estaba equivocada. Sigue siendo la Reina de los Caídos, pero le quitaron la sangre druida que le daba un poder casi ilimitado. Los Tres Grandes (el Jefe, Mab y Harry) no la dejan regresar a su reino, hasta que haya encontrado un nuevo curador para el Gran Museo.
El mero proceso de entrevistas la hace anhelar los buenos tiempos como lacaya del Jefe. Al menos, la monotonía la mantiene distraída de su corazón roto, destrozado por el trato que tuvo que hacer: la vida de él a cambio de sus recuerdos sobre ella.
Al tener que lidiar con poderes limitados, no tiene más opción que aceptar que los Tres Grandes la envíen de regreso a Little Purgatory para resolver una disputa territorial, instigada por un "pequeño problema". Pero no hay tal cosa como "pequeños problemas", no cuando un movimiento incorrecto podría matar a Claire y provocar el colapso completo del Inframundo.
Y tú creías que tenías un mal día en el trabajo...
Nota para el lector: Este es el libro 3 de esta serie de cuatro libros de fantasía oscura. Te aconsejamos leer la serie en orden.
