La Propiedad narra la historia de Salomón Brumm, un viejo solitario que, atosigado por la incomprensión y por la muerte de su familia, cambia de país y compra un viejo caserón sin sospechar que su transacción le dañaría la vida. Breve y sólida,
La Propiedad es una terrible metáfora sobre los estragos del poder, sus manejos hipócritas, su frialdad para aniquilar y su cinismo para justificar el crimen. Esta novela está escrita con un lenguaje claro que nos conduce, in crescendo, a evocar páginas sustantivas de la Literatura Universal. Se respira en ella la esencia y la profundidad, la reflexión y la mano pesada de un escritor de verdad.
La Propiedad narra la historia de Salomón Brumm, un viejo solitario que, atosigado por la incomprensión y por la muerte de su familia, cambia de país y compra un viejo caserón sin sospechar que su transacción le dañaría la vida. Breve y sólida,
La Propiedad es una terrible metáfora sobre los estragos del poder, sus manejos hipócritas, su frialdad para aniquilar y su cinismo para justificar el crimen. Esta novela está escrita con un lenguaje claro que nos conduce, in crescendo, a evocar páginas sustantivas de la Literatura Universal. Se respira en ella la esencia y la profundidad, la reflexión y la mano pesada de un escritor de verdad.