La tierra de todos testimonia el Blasco Ibáñez aventurero. En 1910, el escritor valenciano abandonó la creación y cruzó el Atlántico para probar fortuna como colono en la Argentina. Transcurridos los años, los recuerdos de aquella empresa fracasada impregnan una historia que se desarrolla en los áridos territorios de Río Negro, en la Patagonia, y tiene como punto de arranque un asunto legendario: los terribles efectos que provocó la hermosura de Helena y que darían origen a la mítica guerra de Troya. Pero esta vez es una mujer capaz de seducir a los hombres y sembrar la discordia en el tranquilo poblado de la Presa.