Ese día serían las siete de la tarde, cuando subieron a mí, Maclovio, Rayo veloz, Canelore y Antonio. Maclovio regresaba a Ipala y teníamos que sacarlos, hacía tres horas que estaba lloviendo y Canelore temía que, si no nos apresurábamos a salir, el río bajara bastante agua y nos mantuviera aislados hasta otro día.
Al parecer no tenía ganas de quedarse en la hacienda, así que ahí vamos, pero justo antes de cruzar el río, Canelore observa que viene bajando una fuerte creciente, Antonio le decía a su madre. ¡-Apresúrese a cruzar!
Canelore responde con un - Si-.
Pero justo cuando estamos a mitad del camino el agua me golpea por la mitad y me jalonea, siento en mis llantas como se mueve la arena y las piedras pasan golpeándome el rin.
Canelore tiene que luchar con el volante y el acelerador. Rayo veloz y Maclovio, junto a Antonio estaban asustados. ¡Yo estaba asustado! El agua estaba entrando en mí me estaba inundando, el agua ya había llegado a los tobillos de mis ocupantes y cada vez nos asustábamos más. La fuerza del agua me arrastraba, mis llantas se resbalaban cada que Canelore aceleraba, Canelore temía que el agua entrara al motor y entonces sí, ahí ya no habría remedio.
Ese día serían las siete de la tarde, cuando subieron a mí, Maclovio, Rayo veloz, Canelore y Antonio. Maclovio regresaba a Ipala y teníamos que sacarlos, hacía tres horas que estaba lloviendo y Canelore temía que, si no nos apresurábamos a salir, el río bajara bastante agua y nos mantuviera aislados hasta otro día.
Al parecer no tenía ganas de quedarse en la hacienda, así que ahí vamos, pero justo antes de cruzar el río, Canelore observa que viene bajando una fuerte creciente, Antonio le decía a su madre. ¡-Apresúrese a cruzar!
Canelore responde con un - Si-.
Pero justo cuando estamos a mitad del camino el agua me golpea por la mitad y me jalonea, siento en mis llantas como se mueve la arena y las piedras pasan golpeándome el rin.
Canelore tiene que luchar con el volante y el acelerador. Rayo veloz y Maclovio, junto a Antonio estaban asustados. ¡Yo estaba asustado! El agua estaba entrando en mí me estaba inundando, el agua ya había llegado a los tobillos de mis ocupantes y cada vez nos asustábamos más. La fuerza del agua me arrastraba, mis llantas se resbalaban cada que Canelore aceleraba, Canelore temía que el agua entrara al motor y entonces sí, ahí ya no habría remedio.
Las Aventuras de un Vocho: Recordar es rodar y volver a vivir
Las Aventuras de un Vocho: Recordar es rodar y volver a vivir
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Product Details
BN ID: | 2940178432556 |
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Publisher: | Jera Perthro |
Publication date: | 05/03/2021 |
Edition description: | Unabridged |
Language: | Spanish |