Fiel a su perspectiva frente a la sociedad, manchada por las dificultades económicas, las injusticias y los fracasos vividos, Roberto Arlt vuelve a atacar la frialdad de una sociedad depredadora y explotadora, en la que el crimen como lo conocemos no es más que la hermana gemela de la ley, que traídas a la vida por el mismo cuerpo, intercalan sus papeles constantemente en pro de su propia diversión. En esta ocasión sin embargo, los personajes van más allá de su contexto, reconocen su posición espiritual y buscan un renacer violento pero efectivo, como si se hablara del nacimiento de un nuevo universo. Por lo que de cierta forma estas páginas no son solo una crítica a los extremos vividos en la Argentina de principios del siglo XX, sino que de cierta forma también es una propuesta, una invitación para buscar acabar de raíz una epidemia social, espiritual y económica que desde hace varios siglos ya, se halla fuera de control.
