Milicia indiana

Milicia indiana

by Bernardo de Vargas Machuca
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Overview

Milicia indiana, publicado en 1599, es un tratado de arte militar. Fue pensado para los capitanes o "caudillos" españoles en América, enfrentados a los inconvenientes geográficos, y a los aborígenes. Su autor, Bernardo de Vargas Machuca (1557-1622) vivió más de veinte años en América; y escribió una Defensa de la conquista en refutación de las ideas de Bartolomé de las Casas.

Product Details

ISBN-13: 9788490075241
Publisher: Linkgua
Publication date: 08/31/2010
Series: Historia , #413
Sold by: Bookwire
Format: eBook
Pages: 186
File size: 1 MB
Language: Spanish

About the Author

Bernardo de Vargas Machuca

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Milicia Indiana


By Bernardo De Vargas Machuca

Red Ediciones

Copyright © 2015 Red Ediciones S.L.
All rights reserved.
ISBN: 978-84-9007-826-6



CHAPTER 1

LIBRO PRIMERO EN QUE SE TRATAN LAS PARTES DE QUE HA DE SER COMPUESTO UN BUEN CAUDILLO


Exhortación

Sabida cosa debió ser entre todo género de gentes y particularmente en los que Dios quiso dar razonable talento y discurso, la división de los orbes celestes y elementales, y su compuesto: que considerada esta máquina; la habrá hallado dividida por sus zonas, paralelos, meridianos, círculosmayores y menores y horizontes: y la gente que habita la máquina terrestre, cada uno con su correspondiente antípoda, anteco y pirieco, piriseo yanfiseo, la influencia, calidad y asiento que cada parte de éstas tiene por las alturas que distan de los polos ártico y Antártico y Línea equinoccial: y así mismo habrá considerado los mares y caudalosos ríos, reinos, provincias, ciudades, villas y aldeas: las sierras, montañas y campos rasos: el valle caliente, el medio templado y el alto frío: el número de gentes: las leyes naturales, divinas y humanas: las sectas, los ritos y ceremonias: y de las personas, sus facciones, colores, estaturas, ánimos, entendimientos e inclinaciones: los trajes, costumbres y disposición de armas: y en los mares y ríos, la disformidad y variación de peces, casi con la misma división de la tierra: en cuyos y diferentes centros están por sus géneros repartidos, a cuya causa difiere el artificio de pescarlos, Con las cuales consideraciones pienso yo debe cualquier buen republicano dividir y desmenuzar, teniendo conocimiento de cualquiera y toda cosa, para gobernar con policía y buen orden su república; poniendo en ello de ordinario vigilante cuidado; pues no con unas mismas ordenanzas se gobiernan los reinos, ciudades y pueblos menores, aunque militen debajo de una ley divina y humana; porque ya que frisen en parte, no en el todo. Y así vemos que en cada república tienen sus ordenanzas acomodadas; porque mal se gobernará Sevilla con las ordenanzas de Madrid, ni Burgos con las de Bilbao, ni una aldea con las de una ciudad populosa. Y asÍ el príncipe debe gobernar sus reinos diferenciando las ordenanzas Reales, acomodando sus causas y calidades. Y para esto es conveniente cosa, que asÍ el príncipe, como sus gobernadores tengan práctica y conocimiento de ellas, general y particularmente; por donde conservarán y gobernarán reinos y provincias ensanchándolas cada día más, sin demasiado trabajo; pues siendo así, que todas las cosas difieren conforme sus causas, de creer es, las guerras tambiÉn tendrán diferente modo y práctica, cuanto fueren diferentes las tierras, las gentes, los ánimos y las armas con que pelearen a su invención.


Romanos

Y así sabemos que los romanos se aprovecharon en sus guerras antiguas de ballestas, dardos y rodelas, escudos y capacetes; también corazas, brazaletes y grevas, arcos y hondas, y sus escuadrones los formaban a la consideración de semejantes armas.


Griegos

Los griegos usaron picas y algunas armas de los romanos.


Franceses

Los franceses, los de a caballo, usaron saetas, y los de a pie, rodelas y estoques, y en el acometer grandes alaridos y voces.


Africanos

Los africanos se aprovecharon de camellos, como los orientales de elefantes, en que se encastillaban, usando armas arrojadizas.


Españoles

Nuestros españoles usaron grandes carros de fuego y armas arrojadizas; y las que ahora usan en las partes de Levante y en nuestra España más de ordinario, es la pica, alabarda y la espada que inventaron los suizos; también arcabuces, coseletes; los piqueros y los hombres de armas, arneses y lanzas de enristre; los jinetes, lanza y adarga; usan artillería gruesa y menuda mosquetería, arma provechosa, y en las fuerzas, murallas y fosos, y para las bolas con fuego el enemigo hace minas y los de dentro se defienden haciendo sus contraminas.


Armas usadas en Indias por españoles

En las partes de Indias usaron al principio ballestas, cotas y corazas, y pocos arcabuces, también rodelas; y ahora en este tiempo con la larga experiencia, reconociendo la mejor arma y más provechosa, usan escopetas, sayos de armas hechos de algodón, espadas anchicortas, antiparras y morriones del dicho algodón y rodelas; y los de a caballo, lanzas y en algunas partes cotas, y cueras de ante y sobrevistas de malla. Los unos y los otros usan trompetas. Estas armas, así de a pie, como de a caballo, las acomodan a la furia y arma del indio, a la aspereza o llanura de la tierra, al calor o al frío, y conforme a la invención con que pelea el indio: así reparten y forman su gente y campo (como adelante se dirá) procurando andar con el movimiento del indio, porque es tan vario que de una provincia a otra y de un valle a otro, sin intervenir diez leguas de latitud o longitud, hallan nuevo modo de armas, a cuya causa conviene variar también nuestros españoles, y en general se aprovechan de la ayuda de perros, por haber hallado de cuánta importancia son para su defensa y vela en los Reales y para descubrir emboscadas. Estas armas no todas se usan en un reino, porque así conforme la tierra demanda, así se aprovechan de ellas. En la Nueva España, se usarán en parte; pero no en el todo. Lo mismo en el Perú y Nuevo Reino de Granada; y aún en cada uno de estos reinos, en sus provincias hay diferencia, que por no ser a tiempo para desmenuzado, paso sucintamente, por tratar de los indios, su invención de armas.


Armas de los indios

Los indios, asÍ antiguamente como en nuestros tiempos, han usado y usan lanzas de treinta palmos, son de palma, tostadas las puntas, y en la dureza no hace diferencia a un hueso. Otras usan de hierros que han ganado y rescatado a nuestros españoles, cosa bien digna de castigo ejemplar que casi es traición o especie de ella, porque aunque se rescatan a indios de paz, y con sano intento, son arcabuces por donde pasan a las manos de sus enemigos, con los cuales han ya quitado muchas vidas a los nuestros (cosa en que se debería mirar y poner remedio en ello para no lo hacer, y los gobernadores para lo castigar). Usan también unas macanas, como montantes o espadas de mano y media, son de palmas y juéganlas a dos manos. Usan las flechas con puntas de pedernal y púas de rayas, que son muy enconosas, y otras con puntas de palma enervadas con yerba de veinticuatro horas. Dardos y rodelas, morriones y coseletes de cuero de toro. De esto solo usan los de Chile. Otros indios usan la cerbatana con saetas de yerba. Otros estólicas y tiraderas, púas, estacones, hoyos, trampas, galgas y puentes falsos. Usan también hondas, esta es arma dañosa, dan emboscadas muy a menudo; cuando acometen dan grandes voces y alaridos.


Uso de los indios en la guerra

Unos traen el cabello largo y suelto, como mujeres, otros lo traen trenzado, otros cortado y rapado. Estos son los mejores guerreros, porque se excusan cuando vienen a las manos con los españoles, de que les hagan presa de ellos, y como no lo tengan y estén en cueros, se deslizan sin que se puedan asir a manos. Cada nación se aprovecha de parte de estas armas conforme a su aplicación y disposición de tierra.


Los indios se pintan para salir a la guerra

Salen a sus guerras en cueros, muy pintados rostro y cuerpo para parecer más feroces: píntanse con vija, que es una color como alheña; y otros de jagua, que es una tinta que se hace de fruta, que en nueve días no se quita.


Joyas de indios. Los indios usan colas de animales

Salen los más principales, donde la alcanzan con varia plumería y cargados de joyas de oro a su modo, como son caracuries en las narices, chagualas, orejeras, medias lunas, y brazaletes y cuentas: pónense manos de leones y tigres en la cabeza; y en la cintura las colas de estos animales que les cuelgan por detrás.

Usan instrumentos para levantar los ánimos, como son caracoles, fotutos, tamboretes y trompetillas. Y en las montañas usan para recogerse de lejos y avisar y tocar a arma, unos atambores grandes de palo.


Huida de los indios

Es gente que en las guerras y guazavaras que tienen, si comienzan a huir, se desbaratan con facilidad, sin esperanza de remedio alguno para poderse tornar a reformar, recoger y fortalecer.


Indios victoriosos

También es gente que si reconocen la victoria no tiene el mundo guerreros que mejor la sigan, porque sin comer ni descansar siguen un alcance tres y cuatro días, sustentándose solamente de una coca que mascan.


Prevención de indios para entrar en la pelea

Todas sus peleas son fundadas en traiciones; sino es cuando representan Guazabra, que nuestro castellano llama batalla, que confiados en la fuerza de su gente y en la comodidad del sitio, vienen a campo abierto, dejando, cuando entran en ella, hecha y reconocida la huida: y Jo mismo guardan en las emboscadas y asaltos, porque sin esta prevención no es gente que se aventura, aunque más preciso sea el caso y ocasión, ora sea en sabana rasa o en montaña alta y fragosa.


Indios Ágiles

Son ágiles por el hábito y costumbre que tienen hecha, y así, por aliento alcanzan un venado y no hay perro que más suelto sea y que menos se embarace en la corrida, asÍ en pajonal de sabana, como balsar o arcabuco, ni que mejor tome un rastro de gente que haya pasado aunque sea de ocho días, asÍ por caminos como por trochas o quebradas de agua. Sus viviendas las tienen muy como guerreros; aquellos que siguen la guerra, tiénenlas por los altos divididas por parentelas; cada parentela tiene su cabeza conocida, aunque la respetan muy poco.


Modo de avisarse los indios en la guerra

Cuando les conviene juntarse o darse algún aviso, se entienden por los atambores dichos. Y cuando la distancia es larga, que el eco de los atambores no alcanza, hacen humos de tal manera y tal modo que un mensajero no podría mejor dar a entender la causa. Casi en parte siguen este aviso las atalayas de la costa de España, otros las tienen en lagunas con mil varios modos: y en la gente que vive de esta manera han durado y durarán (a lo que de experiencia se tiene) algunos años sus conquistas, como más largamente adelante trataremos, que los que se han hallado y hallan en junta de república, han sido y son conquistados con facilidad.


Valor de un indio. Persuasión de un indio

Es gente de behetría toda ella, sin consideración ni valor, y así, si se ven presos se dejan morir miserablemente en dos días; y si notablemente ha habido algunos valerosos y que en sus infortunios han mostrado fortaleza, han sido y son muy contados, como lo fue aquel Araucano de quien cuenta Alonso de Ercilla que antes y después de cortadas las manos por nuestros españoles, prometía grandes daños, con grandes oprobios que les decía si con vida le dejaban, como así sucedió, cosa que el caudillo debe excusar, dejando libre de sus miembros al que derechamente no mereciere muerte, y al que la mereciere dársela con la ley en la mano; y al que se hubiere de soltar, obligándole con buenas obras a la amistad, porque al que le cortaren la fuerza de las manos, se la multiplican en la lengua, que viéndose tan lastimado, cualquiera sabe bien persuadir y mover los de su bando a coraje y lástima, como en Éste se vio bien el efecto que hizo con sola su lengua, que con sus parlamentos y exhortaciones alcanzó aquella nación tantas victorias y nombre, con tanta ruina y daño nuestro. Otros ha habido valerosos, pero han sido pocos, y esos sin discurso y siguiendo su gentilidad arrebatados de una cólera bárbara. Y si mostró discurso y valor aquel famoso Lautaro con tan memorables hechos, se puede atribuir al tiempo que cursó entre nuestros españoles sirviéndolos; y no es mucho que entre tan gran número de gente se hallen algunos como yo los he topado en el discurso de mis conquistas y jornadas.


Las Indias fueron intratables antes de nuestros españoles

Volviendo a nuestro propósito, digo que habiendo tanta diferencia así en armas como en las demás cosas, diferente práctica y milicia será fuerza tengamos en aquellas partes y diferentemente se habrán nuestros españoles con gente que después que Dios crió el mundo no tuvieron comunicación con las partes septentrionales o, por mejor decir, volvieron a ellas, por la distancia tan grande que de una parte hay a otra: y que las Indias todas es una isla en cuyo cuerpo se abraza Perú, Nuevo Reino de Granada, Brasil, Tierra firme y Nueva España, y Florida y Nuevo México, tierras que fueron siempre intratables hasta que nuestros españoles las hollaron y descubrieron.


El indio se vale de sola su invención de armas

Si es verdad que pasaron apóstoles a predicar el Santo Evangelio, como yo lo creo, y de ello hemos hallado señales, aunque no hay escritura divina ni humana por donde se pueda probar que los apóstoles fueron a las Indias Occidentales, pero piadosamente se puede creer, no los enseñarían invención de armas y modos y practica de guerra, más de tan solamente tratar las cosas de nuestra santa fe, y así queda probado se valen de sola su invención de armas y natural, y que nuestros españoles también se habrán acomodado a la misma tierra y a lo que su disposición da lugar, y para esto habrán hecho nuevo discurso y nueva práctica, dejando la de Italia en mucha parte, no por carecer de ella, porque entre tanto número de gente, bien se debe creer habrán pasado soldados que la pudieran practicar, pero como no es conveniente en el todo para contra aquellas naciones en sus conquistas, no se trata de ella.


Hasta ahora no se ha hecho discurso de la Milicia Indiana. Por faltar conocimiento y práctica al caudillo o gobernador, sobran inconvenientes

Bien que cuando unos españoles se han con otros o con otras naciones enemigas en las costas, se aprovechan, y no porque algunos preceptos dejen de frisar, como este dechado descubrirá, cosa que después que se descubrieron las Indias, nadie ha querido ni ha hecho este discurso ni escuela de él, siendo tan importantísimo y no menos digno de saber que otro. Norte del soldado, del capitán, del gobernador, para aquel que gobierna sin experiencia y práctica, gobierne por la teórica y conocimiento de cosas, aunque no las tenga presentes, que con ellas resolverá con presteza y certidumbre, que los que han escrito, solo han tratado las conquistas, los hechos y los famosos capitanes y soldados, las calidades, tierras y asientos, sin descubrir el modo y práctica de milicia con que allá se han nuestros españoles, por cuya causa resultan muchos inconvenientes en las elecciones que hacen, proveyendo muchos que carecen de toda práctica y teórica; y es enviar muchos ciegos para dos que acaso acertaron a tener vista, que cuando los tales vienen a abrir los ojos, han perdido ya la ocasión, que vuelta la cara no se puede asir.


(Continues...)

Excerpted from Milicia Indiana by Bernardo De Vargas Machuca. Copyright © 2015 Red Ediciones S.L.. Excerpted by permission of Red Ediciones.
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Table of Contents

Contents

CRÈDITOS, 4,
PRESENTACIÓN, 19,
PRÓLOGO DEL AUTOR, 21,
LIBRO PRIMERO EN QUE SE TRATAN LAS PARTES DE QUE HA DE SER COMPUESTO UN BUEN CAUDILLO, 23,
LAS PARTES QUE DEBE TENER UN CAUDILLO EN LA MILICIA INDIANA Y DE CUÁNTAS DEBE SER COMPUESTO, 33,
CUÁNTO IMPORTA SER NOBLE NUESTRO CAUDILLO, 37,
CUÁNTO IMPORTA A NUESTRO CAUDILLO SER RICO, 40,
CUÁNTO IMPORTA A NUESTRO CAUDILLO SER LIBERAL CON SUS SOLDADOS, 43,
CUÁNTO IMPORTA A NUESTRO CAUDILLO SER DE BUENA EDAD PARA SUFRIR LOS TRABAJOS ORDINARIOS, 45,
CUÁNTO IMPORTA TENER FORTALEZA EN EL TRABAJO Y CALAMIDADES, 48,
CUÁN IMPORTANTE SERÁ LA DILIGENCIA A NUESTRO CAUDILLO, 51,
DE CUÁNTA CONSIDERACIÓN SERÁ A NUESTRO CAUDILLO SER AFABLE, 56,
CUÁNTO IMPORTA SER DETERMINADO NUESTRO CAUDILLO, 60,
LAS RESTANTES PARTES QUE SE LE AÑADE A NUESTRO CAUDILLO, POR SER CONVENIENTES A LA MILICIA DE QUE SE TRATA, DIREMOS BREVEMENTE, 62,
LIBRO SEGUNDO EN QUE SE ADVIERTE EL MODO DE HACER SOLDADOS Y PREVENIR SACERDOTES, MEDICINAS, ARMAS, MUNICIONES, HERRAMIENTAS Y MATALOTAJE, 67,
PREVENCIÓN DE SACERDOTES, 70,
PREVENCIÓN DE MUNICIONES, 84,
LIBRO TERCERO EN QUE SE TRATA LA OBLIGACIÓN DEL SOLDADO, EL SACAR LA GENTE DE TIERRA DE PAZ, EL MARCHAR POR TIERRA DE GUERRA, ATRAVESAR RIOS, ALOJARSE CON FUERZA, DAR TRASNOCHADAS, EMBOSCADAS, GUAZAVARAS Y RECIBIRLAS, 91,
EL MODO QUE HA DE TENER NUESTRO CAUDILLO EN SACAR SU GENTE DE TIERRA DE PAZ SIN QUE HAGA DAÑO A LOS NATURALES, 97,
RECATO CON QUE NUESTRO CAUDILLO MARCHARÁ POR TIERRA DE GUERRA, LLEVANDO SU GENTE SIEMPRE EN ORDEN, 100,
MODOS DE ATRAVESAR RÍOS CAUDALOSOS Y MEDIANOS, 109,
MODOS DE ALOJARSE UN CAMPO CON FUERZA, 116,
EL MODO QUE NUESTRO CAUDILLO TENDRÁ EN DAR TRASNOCHADAS, 125,
MODO DE DAR GUAZAVARAS Y RECIBIRLAS, CON OTROS AVISOS IMPORTANTES EN DEFENSA NATURAL, 140,
LIBRO CUARTO EN EL CUAL SE TRATA COMO SE HAN DE ASENTAR LAS PACES, Y DE COMO SE HA DE POBLAR UNA CIUDAD, Y COMO SE HA DE REPARTIR LA TIERRA, Y EL BUEN TRATAMIENTO QUE SE DEBE AL INDIO, CON EL PREMIO DE CONQUISTADORES Y POBLADORES, 150,
EL MODO QUE NUESTRO CAUDILLO TENDRÁ EN CONSERVAR LO QUE PACIFICARE Y POBLAREMODO DE POBLAR, 154,
LA CUENTA CON QUE SE DEBE REPARTIR LA TIERRA ENTRE LOS POBLADORES, 166,
EL BUEN TRATAMIENTO QUE SE LE DEBE AL INDIO, 174,
PREMIO DE POBLADORES, 179,
LIBROS A LA CARTA, 185,

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