Nació en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, a media cuadra del Paseo del Bosque, parque que caracteriza a esa ciudad. Fue uno de los diez hijos de Julia Serna y Enrique Carnelli. Sus hermanos varones escuchaban tango a escondidas, porque sus padres no querían que esa música ―que en esa época se consideraba prostibularia― entrara en el hogar. Según su propio comentario, los muchachos le quitaban la bocina al gramófono para escuchar el sonido el disco directamente desde el roce de la púa. En una ocasión, una de las hermanas bailó un tango en una casa de familia; su padre, al enterarse, le dio una golpiza.
Carnelli fue una mujer independiente, y fue transgresora no solo en lo referente al tango: políticamente se atrevió a adoptar la ideología izquierdista, renegando así de su origen burgués. Se casó muy joven, tuvo un hijo, y al poco tiempo se separó ―en Argentina no existía el divorcio en esa época, por lo que no se podía volver a casar legalmente―.
Se radicó en Buenos Aires y se ganó la vida como periodista. Sus artículos fueron publicados en diarios y revistas de la época como Crítica, Noticias Gráficas, Clarín, La Nación, El Hogar, Caras y Caretas, Fray Mocho, Atlántida y otras.
El periodista Enrique González Tuñón ―que escribía para el diario Crítica su columna sobre tangos― la relacionó con lo que se llamaba el ambiente.
En 1922 ―a los 24 años de edad― publicó su primer libro de poemas, Versos de mujer. Dos años después publicó el segundo, Rama frágil.
En 1927, el poeta Carlos Muñoz ―más conocido como Carlos de la Púa o el Malevo Muñoz― debía hacerle una letra a un tango de De Caro, justamente su título era El malevo, pero como no escribía letras de tango se lo pasó a Enrique González Tuñón (1901-1943) y como este tampoco escribía poemas ―el poeta era su hermano Raúl González Tuñón (1905-1974)― se los pasó a María Luisa Carnelli, que en esa época era su pareja. Muñoz omitió transmitirle esta información a De Caro: Lamentablemente, De Caro en sus memorias da como autor a Muñoz, pero la letra la escribí yo.
La cantante Rosita Quiroga grabó ese tango el 16 de marzo de 1928.
En todas las discografías y comentarios al respecto es ella la que figura, con su seudónimo Mario Castro, aunque De Caro lo grabó el 2 de febrero de 1928 en forma instrumental. También le puso letra a Moulin Rouge, de Francisco De Caro, que la orquesta grabó tres veces, siempre sin canto y a Primera agua, cuyo estribillo estuvo a cargo de Félix Gutiérrez, en su única intervención en este conjunto. Como Luis Mario ―su otro seudónimo― escribió la letra a Dos lunares de Francisco De Caro, que también se grabó instrumental.
En los años treinta el tango comenzó a decaer en el interés popular. El dinero que recibía Carnelli en concepto de derechos de autor también empezó a disminuir. Consultó con el músico Sebastián Piana alguna cosa para seguir trabajando y decidieron crear otro ritmo que no fuera jazz, ni tropical: el tam tam. Pero cuando presentaron el proyecto Raúl Apold, el Secretario de Prensa del gobierno de Perón, lo archivó.
Entre 1933 y 1939 fue corresponsal en España de la revista Ahora (de Buenos Aires). Participó en defensa de la democracia durante la guerra civil española.
Doctora en Ciencias Sociales - FLACSO. Mágister en Estudios de Género, Licenciada en Letras - UNR. Es investigadora de CONICET
La construcción de la identidad individual y social, las secuelas de la dictadura en su país y el universo femenino son algunos de los ejes de su obra. Sus libros, verdaderos crossover leídos tanto por adultos como por jóvenes lectores, rompen barreras generacionales.
Interviene desde hace treinta años en el campo de la literatura infantil donde trabajó en la formación de maestros, fundó centros de estudio y revistas especializadas, dirigió colecciones y participó en planes de lectura. Es profesora invitada en numerosos espacios de formación de grado y posgrado y autora invitada en congresos, seminarios, ferias y jornadas, en su país y el extranjero. Obtuvo, por su narrativa, los premios Luis de Tejeda 1993, Fondo Nacional de las Artes 2002 y en 2011 resultó finalista del Premio Rómulo Gallegos con su novela Lengua Madre. Fue Lista de Honor de IBBY, Premio Iberoamericano a la Trayectoria en Literatura Infantil SM 2009 y candidata por Argentina al Premio de Literatura Infantil Hans Christian Andersen 2012. Reunió su experiencia en talleres de escritura en dos libros realizados en colaboración, La escritura en el taller (Anaya, 2008) y El taller de escritura en la escuela (Comunicarte, 2010) y sus reflexiones en Hacia una literatura sin adjetivos (Comunicarte, 2009). Su obra ha servido de base para la creación de otros artistas, y se realizaron a partir de ella libros objeto, cortometrajes, espectáculos poético-musicales, coreografías, espectáculos de narración oral escénica, adaptaciones teatrales y otros. Narran sus cuentos narradores orales de España y Latinoamérica y sus libros son materia de estudio en universidades argentinas, americanas y europeas