Todos deberíamos romper

«Un debut deslumbrante y lleno de inteligencia, sobriedad y belleza sobre la vida recuperada tras atravesar el desierto de una ruptura».
Elvira Navarro

«Si hay un gran amor, ¿por qué no también una gran ruptura? ¿Y por qué no sacar cosas buenas de ambos acontecimientos?».
Laura Caso, Mujer Hoy

«Escribí una nota para Juan. Le pedía que me dejara sola durante un tiempo y le aseguraba que estaría bien y que sería yo la que volveríaa ponerme en contacto con él. Escribiendo esa nota me llegó el primer ramalazo claro de, digamos, locura. ¿Quién estaba escribiendo esa nota a Juan? No podía ser yo o no podía ser en serio. Aquella nota era incompatible con nosotros dos, es decir, con mi vida. Fallaba la realidad. Al lado de la nota, mi mano dejó el móvil. Hubo un no sé qué de fatalidad en este movimiento. Lo vi como en una película: plano detalle de un móvil depositado como una pistola sobre la mesa. Había una dislocación en mis acciones, ya que se realizaban antes de que yo las decidiera. Sentía urgencia por irme. Una cuenta atrás había comenzado en alguna parte. Me marché con dos maletas. Mientras esperabaun taxi, a mi alrededor, arriba, abajo, a los lados, había una nada cortante, como si yo ya no proyectara sombra ni tuviera futuro».

«Empieza como un bolero y termina convertida en un libro a favor de la atención, de eso que decía Simone Weil sobre que, en el ámbito de la inteligencia, la humildad no es otra cosa que la atención». Belén Gopegui

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Todos deberíamos romper

«Un debut deslumbrante y lleno de inteligencia, sobriedad y belleza sobre la vida recuperada tras atravesar el desierto de una ruptura».
Elvira Navarro

«Si hay un gran amor, ¿por qué no también una gran ruptura? ¿Y por qué no sacar cosas buenas de ambos acontecimientos?».
Laura Caso, Mujer Hoy

«Escribí una nota para Juan. Le pedía que me dejara sola durante un tiempo y le aseguraba que estaría bien y que sería yo la que volveríaa ponerme en contacto con él. Escribiendo esa nota me llegó el primer ramalazo claro de, digamos, locura. ¿Quién estaba escribiendo esa nota a Juan? No podía ser yo o no podía ser en serio. Aquella nota era incompatible con nosotros dos, es decir, con mi vida. Fallaba la realidad. Al lado de la nota, mi mano dejó el móvil. Hubo un no sé qué de fatalidad en este movimiento. Lo vi como en una película: plano detalle de un móvil depositado como una pistola sobre la mesa. Había una dislocación en mis acciones, ya que se realizaban antes de que yo las decidiera. Sentía urgencia por irme. Una cuenta atrás había comenzado en alguna parte. Me marché con dos maletas. Mientras esperabaun taxi, a mi alrededor, arriba, abajo, a los lados, había una nada cortante, como si yo ya no proyectara sombra ni tuviera futuro».

«Empieza como un bolero y termina convertida en un libro a favor de la atención, de eso que decía Simone Weil sobre que, en el ámbito de la inteligencia, la humildad no es otra cosa que la atención». Belén Gopegui

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«Un debut deslumbrante y lleno de inteligencia, sobriedad y belleza sobre la vida recuperada tras atravesar el desierto de una ruptura».
Elvira Navarro

«Si hay un gran amor, ¿por qué no también una gran ruptura? ¿Y por qué no sacar cosas buenas de ambos acontecimientos?».
Laura Caso, Mujer Hoy

«Escribí una nota para Juan. Le pedía que me dejara sola durante un tiempo y le aseguraba que estaría bien y que sería yo la que volveríaa ponerme en contacto con él. Escribiendo esa nota me llegó el primer ramalazo claro de, digamos, locura. ¿Quién estaba escribiendo esa nota a Juan? No podía ser yo o no podía ser en serio. Aquella nota era incompatible con nosotros dos, es decir, con mi vida. Fallaba la realidad. Al lado de la nota, mi mano dejó el móvil. Hubo un no sé qué de fatalidad en este movimiento. Lo vi como en una película: plano detalle de un móvil depositado como una pistola sobre la mesa. Había una dislocación en mis acciones, ya que se realizaban antes de que yo las decidiera. Sentía urgencia por irme. Una cuenta atrás había comenzado en alguna parte. Me marché con dos maletas. Mientras esperabaun taxi, a mi alrededor, arriba, abajo, a los lados, había una nada cortante, como si yo ya no proyectara sombra ni tuviera futuro».

«Empieza como un bolero y termina convertida en un libro a favor de la atención, de eso que decía Simone Weil sobre que, en el ámbito de la inteligencia, la humildad no es otra cosa que la atención». Belén Gopegui


Product Details

ISBN-13: 9788417417413
Publisher: CABALLO DE TROYA
Publication date: 02/03/2022
Sold by: PENGUIN RANDOM HOUSE GRUPO EDITORIAL
Format: eBook
Pages: 336
File size: 634 KB
Language: Spanish

About the Author

Marta Gordo nació en Madrid en 1975. Imparte clases como profesora de Filosofía en enseñanza secundaria. Todos deberíamos romper es su primera novela.


Marta Gordo nació en Madrid en 1975. Imparte clases como profesora de Filosofía en enseñanza secundaria. Todos deberíamos romper es su primera novela.


Jonás Trueba (Madrid, 1981) debutó como director y coguionista en 2000 con un primer cortometraje, Cero en conciencia. Colaboró con el director Víctor García León en los guiones de las películas Más pena que gloria y Vete de mí. En 2009 colaboró con su padre, Fernando Trueba, en la película El baile de la Victoria, sobre una obra de Antonio Skármeta que se rodó en Chile y protagonizó el actor argentino Ricardo Darín.

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